Mira tan lejos como puedas, hay
espacio ilimitado allá…
(Walt Whitman)
Desde el radioperiódico “Páginas Libres”, un espacio del pensamiento libre, que se emite por la ondas de Diplomat Radio Stereo, 92.1 F.M., les saludo por la llegada del año 2010, lleno de contradicciones, que deben ser resueltas a favor de la naturaleza y el pueblo; si somos capaces de enfrentar el reto y cumplir las tareas que este cambio demanda, como hombres y mujeres de buena voluntad, que tengamos honor de ser recordados por haber tenido el coraje de enfrentar y deshacer agravios, a favor de los más débiles y necesitados.
El año 2009 culmina con una crónica de espanto, el descubrimiento de fosas comunes en el poblado de Umasi, provincia de Víctor Fajardo, en Ayacucho, con cadáveres de 25 niños, vistiendo uniformes escolares, que fueron asesinados por militares el año 1983; noticia que golpea nuestro encallecido espíritu y nos causa una profunda indignación.
Mientras constatamos que la crisis económica del imperialismo no podrá ser salvada por la inundación de dólares inservibles, ni mucho menos con “perro muerto” a sus acreedores, que adquirieron sus bonos. Su última tabla de salvación, mostrará el carácter criminal de EE.UU., cuyo gobernante, Barack Obama, irónicamente ha recibido el premio Nóbel de la Paz.
Se prepara la invasión a nuestra patria grande, América del Sur, en busca de saquearla y apropiarse de la amazonía; las bases militares instaladas en Colombia son parte de este proyecto, así como la reactivación de la Cuarta Armada, y el armamentismo de todo el sub-continente, instigado desde Washington.
La debacle del imperio no podrá ser impedida con balas ni con bombas. Grandes poderes y magnates caerán por los suelos, sus órdenes serán desobedecidas, y sobre esta crisis económica arreciará la catástrofe ecológica, que ha generado el gran capital.
En la Cumbre de Copenhague, la tierra perdió la oportunidad de descontaminarse. La tozudez de las grandes potencias, encabezadas por EE.UU. y China, nos han condenado a morir por contaminación ambiental, que ellos ocasionan, con su irracional política de “crecimiento sin límites”. Lo que ayer era una posibilidad hoy es una espantosa realidad.
El crimen ecológico busca ser implementado a sangre y fuego, como en la amazonía; buscando implementar los tratados de “libre comercio”, que buscan recolonizarnos, para saquearnos y luego desecharnos, mientras la “migra” (policía antimigrantes) encarcela y expulsa a nuestros hermanos desde Europa y EE.UU..
En nuestro país, desesperadamente, los grupos de poder, lacayos del imperio, a los que representa Alan García, buscan impedir el triunfo de las fuerzas populares, nacionalistas y democráticas en la próxima contienda electoral. Para ello legislan normas fascistas, que permitan “asesinar legalmente”, masacran al movimiento campesino y amazónico, que defiende sus tierras, agua y medio ambiente, como en Bagua, Andahuylas, Huancabamba y Puno; mientras nadan en la podredumbre de la corrupción (petroaudios, indulto a Crusillat, etc.); avalados por un Congreso que es un verdadero establo, como señaló el viejo Augusto Bebel, y amparados por un Poder Judicial que expresa la podredumbre de este sistema que se cae a pedazos (vocales destituidos por el caso de Alas Peruanas).
Ante esta encrucijada, la única esperanza que tenemos, los oprimidos y los vencidos de siempre, es ser solidarios en defensa de nuestro derecho a una vida digna; porque sólo siendo sensibles ante el dolor de aquellos que sufren, seremos capaces de unirnos para conquistar nuestra felicidad.
Por ello, seamos optimistas y gritemos juntos, “¡Hurra por los vencidos!”. El milagro terrenal, que otros pueblos laboriosos han logrado, será conquistado y las necesidades de nuestro pueblo serán satisfechas, si somos capaces de arrojar a los demonios y bandidos del gran capital, que buscan ganancias a costa de nuestra hambre, miseria y atraso. Construyamos nuestro propio destino y caminemos por la alameda de la libertad y la justicia, libres de padrinos y caudillos vendepatria, y así tendremos la buena ventura.
Feliz año nuevo, con la palabra de Manuel Scorza. Salud! Hermanos y amigos.
espacio ilimitado allá…
(Walt Whitman)
Desde el radioperiódico “Páginas Libres”, un espacio del pensamiento libre, que se emite por la ondas de Diplomat Radio Stereo, 92.1 F.M., les saludo por la llegada del año 2010, lleno de contradicciones, que deben ser resueltas a favor de la naturaleza y el pueblo; si somos capaces de enfrentar el reto y cumplir las tareas que este cambio demanda, como hombres y mujeres de buena voluntad, que tengamos honor de ser recordados por haber tenido el coraje de enfrentar y deshacer agravios, a favor de los más débiles y necesitados.
El año 2009 culmina con una crónica de espanto, el descubrimiento de fosas comunes en el poblado de Umasi, provincia de Víctor Fajardo, en Ayacucho, con cadáveres de 25 niños, vistiendo uniformes escolares, que fueron asesinados por militares el año 1983; noticia que golpea nuestro encallecido espíritu y nos causa una profunda indignación.
Mientras constatamos que la crisis económica del imperialismo no podrá ser salvada por la inundación de dólares inservibles, ni mucho menos con “perro muerto” a sus acreedores, que adquirieron sus bonos. Su última tabla de salvación, mostrará el carácter criminal de EE.UU., cuyo gobernante, Barack Obama, irónicamente ha recibido el premio Nóbel de la Paz.
Se prepara la invasión a nuestra patria grande, América del Sur, en busca de saquearla y apropiarse de la amazonía; las bases militares instaladas en Colombia son parte de este proyecto, así como la reactivación de la Cuarta Armada, y el armamentismo de todo el sub-continente, instigado desde Washington.
La debacle del imperio no podrá ser impedida con balas ni con bombas. Grandes poderes y magnates caerán por los suelos, sus órdenes serán desobedecidas, y sobre esta crisis económica arreciará la catástrofe ecológica, que ha generado el gran capital.
En la Cumbre de Copenhague, la tierra perdió la oportunidad de descontaminarse. La tozudez de las grandes potencias, encabezadas por EE.UU. y China, nos han condenado a morir por contaminación ambiental, que ellos ocasionan, con su irracional política de “crecimiento sin límites”. Lo que ayer era una posibilidad hoy es una espantosa realidad.
El crimen ecológico busca ser implementado a sangre y fuego, como en la amazonía; buscando implementar los tratados de “libre comercio”, que buscan recolonizarnos, para saquearnos y luego desecharnos, mientras la “migra” (policía antimigrantes) encarcela y expulsa a nuestros hermanos desde Europa y EE.UU..
En nuestro país, desesperadamente, los grupos de poder, lacayos del imperio, a los que representa Alan García, buscan impedir el triunfo de las fuerzas populares, nacionalistas y democráticas en la próxima contienda electoral. Para ello legislan normas fascistas, que permitan “asesinar legalmente”, masacran al movimiento campesino y amazónico, que defiende sus tierras, agua y medio ambiente, como en Bagua, Andahuylas, Huancabamba y Puno; mientras nadan en la podredumbre de la corrupción (petroaudios, indulto a Crusillat, etc.); avalados por un Congreso que es un verdadero establo, como señaló el viejo Augusto Bebel, y amparados por un Poder Judicial que expresa la podredumbre de este sistema que se cae a pedazos (vocales destituidos por el caso de Alas Peruanas).
Ante esta encrucijada, la única esperanza que tenemos, los oprimidos y los vencidos de siempre, es ser solidarios en defensa de nuestro derecho a una vida digna; porque sólo siendo sensibles ante el dolor de aquellos que sufren, seremos capaces de unirnos para conquistar nuestra felicidad.
Por ello, seamos optimistas y gritemos juntos, “¡Hurra por los vencidos!”. El milagro terrenal, que otros pueblos laboriosos han logrado, será conquistado y las necesidades de nuestro pueblo serán satisfechas, si somos capaces de arrojar a los demonios y bandidos del gran capital, que buscan ganancias a costa de nuestra hambre, miseria y atraso. Construyamos nuestro propio destino y caminemos por la alameda de la libertad y la justicia, libres de padrinos y caudillos vendepatria, y así tendremos la buena ventura.
Feliz año nuevo, con la palabra de Manuel Scorza. Salud! Hermanos y amigos.
Roberto Alvarado Rubiños
América, no puedo escribir tu nombre sin morirme...
América,
no puedo escribir tu nombre sin morirme.
Aunque aprendí de niño,
no me salen derechos los renglones;
a cada sílaba tropiezo con cadáveres,
detrás de cada letra encuentro un hombre ardiendo,
y no puedo ni cerrar la a
porque alguien grita como si se quedara dentro.
Vengo del Odio,
vengo del salto mortal de los balazos;
está mi corazón sudando pumas:
sólo oigo el zumbido de la pena.
Yo atravesé negras gargantas,
crucé calles de pobreza,
América, te conozco,
yo mismo tendí la cama
donde expiró mi vida vacía.
Yo tenía dieciocho años
yo vivía
en un pueblo pequeño,
oyendo el diálogo de musgo de las tardes,
pero pasó mi patria cojeando,
los ahogados empezaron a pedir más agua,
salían de mi boca escarabajos.
Sordo, oscuro, batracio, desterrado,
¡era yo quien humeaba en las cocinas!
¡Amargas tierras,
patrias de ceniza,
no me entra el corazón en traje de paloma!
¡Cuando veo la cara de este pueblo
hasta la vida me queda grande!
¡Pobre América!
En vano los poetas
deshojan ruiseñores.
No verán tu rostro mientras no se atrevan
a llamarte por tu nombre, ¡América mendiga,
América de los encarcelados,
América de los perseguidos,
América de los parientes pobres!
¡Nadie te verá si no deshacen
este nudo que tengo en la garganta!
Manuel Scorza
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