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jueves, 19 de diciembre de 2013

EL PRESIDIO POLITICO EN ESTADOS UNIDOS 21

¡Primero la Tierra!
Salvador Capote
Uno de los campos principales de acción del “Animal Liberation Front” (ALF) es la lucha por desmantelar la industria de las pieles de especies salvajes. Recientemente, sin embargo, un llamado a la acción directa contra esta industria fue publicado no en “North American Animal Liberation Press Office” o en “Bite Back Magazine”, como era de esperar, sino en el “Earth First! Journal” perteneciente a otra organización que actualmente libra una campaña contra los titanes de la industria extractiva. La explicación la ofrece Liz Gurley Flynn (1): “¡Porque nuestra lucha es una sola!.
De acuerdo con Flynn, los caminos que conducen a la liberación son muy variados, pero los que se oponen a la violencia sexual patriarcal, o al terror racista de los grupos de supremacía blanca, o al genocidio perpetuo contra los pueblos indígenas, o los que destruyen los campos de cultivos transgénicos, o abren las jaulas de animales salvajes que serían sacrificados por su piel, o los que participan en la lucha de clases, están todos trabajando por la liberación. Los métodos de lucha contra el imperialismo difieren de los que se utilizan para defender los bosques, pero es urgente la solidaridad entre todos. En los últimos años –afirma Flynn- “Earth First!” (EF!) [¡Primero la Tierra!] comenzó a enfocarse y a involucrarse en la lucha contra la opresión política, lo cual implica una radicalización de este movimiento.
Flynn tiene razón si nos referimos solamente a los grupos radicales, pero el movimiento ambientalista en Estados Unidos es sumamente variado, abarca un espectro ideológico muy amplio, con métodos de lucha muy diferentes y puede actuar a nivel local, estatal, nacional, e incluso internacional.
Ideológicamente, el movimiento ambientalista en Estados Unidos puede dividirse en dos grandes sectores, según sea ecocéntrico o antropocéntrico su punto de vista.
El punto de vista ecocéntrico es el que sostienen los preservacionistas. Su objetivo es preservar la biodiversidad, los ecosistemas, la vida salvaje. Tiene sus raíces en corrientes tradicionales esteticistas de admiración por la armonía de la naturaleza y la belleza de sus paisajes; o en sentimientos religiosos que obligan al respeto de toda la Creación. Tiene un carácter más espiritual y elitista. Aunque sus fines son muy loables, en este sector se inscriben los que, por ejemplo, se preocupan por la posible extinción de los lobos grises en Wyoming pero cambian de canal en la televisión cuando aparecen imágenes de niños hambrientos en cualquier lugar del mundo.
El punto de vista antropocéntrico sitúa al hombre en el centro de la cosmovisión. La conservación de la naturaleza debe servir para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y se enfoca en los problemas de la contaminación de las aguas, de la tierra y de la atmósfera, la deforestación, la desertificación, el calentamiento global, la urbanización, etc. y, también, en los problemas que se derivan de sistemas sociales injustos.
El ambientalismo radical utiliza campañas de acción directa para la protección del ambiente. Estas campañas pueden incluir protestas pacíficas, como marchas, “tree-sitting”, propaganda, demandas judiciales, etc.; o tácticas más controversiales como sabotajes (ecotajes), destrucción de propiedades pertenecientes a corporaciones, y bloqueos de carreteras.
¡Primero la Tierra! (EF!) es uno de los movimientos ambientalistas radicales más conocidos. Surgió en el Sudoeste de Estados Unidos en 1980 y desde entonces se ha extendido por 19 países. Su lema es “No transigir en la defensa de la Madre Tierra”.
El 23 de junio de 1985 EF! efectuó su primer “tree sit” masivo. Un convoy de activistas llegó al “Willamette National Forest”,  en Oregón, para oponerse a la tala de árboles que llevaría a cabo “Willamette Industries”, una compañía maderera. Los activistas construyeron plataformas en lo alto de los árboles y se instalaron en ellas hasta que fueron desalojados por la policía mediante grúas móviles con canastillas.
En 1990 los elementos más moderados se separaron del movimiento, fundaron la revista “Wild Earth” y un nuevo grupo ambientalista, “Wildlands Project”, mientras que EF! concentró sus esfuerzos contra el poder de las corporaciones, considerado la amenaza principal para la sustentabilidad ambiental. Las acciones directas pasaron a un primer plano y aumentó la frecuencia de los “tree-sittings”, de los bloqueos de carreteras y caminos, del “monkey-wrenching” (2) o ecotaje, y de otras formas muy creativas de desobediencia civil.
Judi Bari fue la activista de EF! más perseguida por el FBI. Judi organizaba muy eficazmente a los obreros y a los ambientalistas en contra de las corporaciones de la industria maderera. En 1990, acompañada del cantautor Darryl Cherney, convocó al “Redwood Summer” (Verano de los Secuoyas), gran concentración de jóvenes con el objetivo de llamar la atención nacional en defensa de los bosques de esta especie en California. Su carisma, su experiencia de trabajo con los sindicatos, su gran capacidad de convocatoria y, sobre todo, su llamado a los obreros a tomar en sus manos la propiedad corporativa, la convirtieron en un enemigo muy peligroso para el “establishment”. En mayo de ese año, mientras organizaba el programa para el verano, en Oakland, una bomba estalló debajo de su automóvil. Ella y Darryl resultaron gravemente heridos.
Surrealistamente, sólo tres horas después del ingreso de la pareja en un hospital, el FBI se apresuró a clasificar a ambos como terroristas  y procedió a su arresto. Dos meses más tarde, la fiscalía desestimó los cargos por falta total de evidencias y sucedió entonces algo extraordinariamente raro en el sistema de justicia norteamericano. Judi y Darryl acusaron al FBI del atentado y, después de un largo litigio, obtuvieron en 2002 un fallo a su favor. El FBI tuvo que pagarles  4.4 millones de dólares de compensación. Lamentablemente, Judi Bari había muerto de cáncer en 1997.
El 21 de marzo de 2011, un juez federal de California ordenó al FBI preservar la evidencia relacionada con el caso de la voladura del carro de Judi Bari, debido al intento del FBI de eliminar de su historia pruebas indeseables (3).
En 1998, en Minnesota, EF! se unió con indios dakotas que se oponían a la construcción de una carretera a través de territorio que consideraban sagrado. Dakotas y ambientalistas radicales se opusieron al nuevo intento de borrar la historia y la cultura aborigen y fundaron el “Estado Libre de Minnehaha”, que duró cuatro meses. Para destruir a Minnehaha se puso en marcha el mayor operativo, policial en la historia del estado (Operación “Bolt Snap”), con la participación de más de 800 efectivos. Numerosos indios y activistas de EF! fueron encarcelados.
Los actos de desobediencia civil de EF! y  de otros movimientos ambientalistas son calificados por el FBI como ecoterrorismo y producen continuamente numerosos arrestos y encarcelamientos, generalmente de corta duración. Hay activistas, sin embargo, que han sido condenados, mediante procesos judiciales espúreos, a largos años de prisión, a pesar de que ninguna persona ha sido dañada en su integridad física.
Uno de los casos más notorios es el de la ambientalista, dirigente sindical, escritora y poeta, Marie Mason, de Cincinnati, arrestada el 10 de marzo de 2008, junto con tres compañeros, por cargos relacionados con daños a la propiedad e incendios reivindicados por el “Earth Liberation Front” (Frente de Liberación de la Tierra) (4).
Marie fue acusada de participar en dos ataques: uno contra instalaciones de la Universidad Estatal de Michigan donde se realizaban investigaciones en organismos genéticamente modificados (GMO) para Monsanto, gigante agroindustrial con sórdida historia de lucro con productos químicos letales como el agente naranja, que dejó en Vietnam cientos de miles de víctimas; y otro que causó daños a equipos comerciales utilizados para  la tala de árboles.
El 5 de febrero de 2009 Marie fue sentenciada a 22 años de prisión, la más larga condena entre los presos políticos ambientalistas. Una apelación para reducir su exagerada sentencia fue denegada en 2010.
En realidad, ésta y otras exorbitantes sentencias impuestas a individuos que realizan acciones contra  propiedades de grandes empresas dañinas para el ambiente, forman parte de la campaña de persecución política llamada “Green Scare” (Intimidación Verde).
En carta de abril 10 de 2012 al “Earth First Journal”, Marie Mason escribió desde su celda: “Mi corazón permanence indomable y libre; y se llena de amor  y de fuerza cuando me siento en conexión con todos ustedes que continúan la lucha por la Tierra”.
NOTAS
(1) Liz Gurley Flynn: “Uniting our struggles: where animal liberation and anti-oppression meet”, Earth First! Newswire, Dec. 13, 2013.
(2) “Monkeywrenching”: proviene de la expresión en inglés “throw a monkey wrench into” (introducir una llave inglesa en) con el significado de obstruir el orden, el funcionamiento o la realización de algo.
(3) Democracy Now: “Earth First!, democracynow.org, 3/22/2011.
(4) “Earth Liberation Front” (Frente de Liberación de la Tierra): formado en 1992 por los miembros más radicales de EF!, quienes ansiaban realizar acciones de mayor envergadura.



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