ROMPIO SU SILENCIO POR UN VOTO VALIENTE Y VIGILANTE.
La periodista Claudia Cisneros dejó las pantallas de TV, por evidentes desacuerdos con el frente mediático a favor de la candidata Fujimorista.
En esta entrevista explica públicamente las razones por las cuales, como muchas personalidades ajenas a la política activa, ha decidido votar por Ollanta Humala. Dice que es momento de ser valientes y enfrentar el retorno del nocivo Fujimorismoy señala que el suyo es también un voto crítico y vigilante.
-¿Cree que se está repitiendo el esquema de una prensa “geisha” como la que existió en los 90’?
- Me temo que sí, me temo que muchos de los medios se han comenzado a despintar y han comenzado a mostrar su color naranja, pero lo que digo es que, si estamos hablando de los periodistas, dejando al margen el tema de los propietarios de los medios, supongo que habría que ver caso por caso, quiénes lo hacen por consigna del dueño del canal o del medio, y quiénes lo hacen porque auténticamente están asustados, sin sopesar todo lo que fue el gobierno Fujimorista. No lo sé, no estoy tan cerca a ellos como para saberlo.
-¿Percibes en todo caso que hay un cLima en nuestra prensa que no obedece a un equilibrio informativo?
-No, definitivamente que no, sobre todo justamente en los programas informativos. Cuando hay un programa que permite la opinión, me parece justo y necesario que esta se haga saber y conocer. Incluso el medio mismo o el empresario o dueño del medio, tiene todo el derecho de expresar su opinión política a través de su medio, pero como opinión política del dueño del canal o del empresario dueño del canal, y sin que se camufle en forma de noticia. A la hora en que se hace una pauta, pongo esta noticia de Ollanta al final, la de Keiko la subo más; cualquier cosa de Ollanta que pareciera buena siempre va antecedida por un cuestionamiento.
-Hay un manoseo del material informativo?
-Sí. Tengo la sensación de que se está repitiendo la historia de finales de los 90’, esta vez evidentemente, quiero pensar, no es por dinero. Pero sí me hace pensar que quienes estaban en los medios de comunicación o fueron parte de eso y en ese momento hicieron acto de contrición, se arrepintieron o reflexionaron sobre el papel que jugaron, quizás no fue pues un arrepentimiento auténtico, sino guiado por la circunstancia y la presión del momento y de la ciudadanía. De otra manera no entiendo los procederes de hoy.
-¿Qué opinas de lo ocurrido en Canal N, el despido de periodistas?
-Lo que pasa es que todo esto se da en el contexto en que a Laura Puertas, de Canal 4, también habían estado intentando sacarla. Porque yo creo que si esa parte no se hubiese conocido –lo de Laura Puertas-, lo de Canal N hubiera podido entenderse, como lo han querido explicar, como un intento de una renovación o un cambio. Pero evidentemente ese tipo de coincidencias llaman la atención. Yo conozco a Fabricio Torres (nuevo productor de noticias de Canal N) desde hace muchos años, he conversado con él. Hasta este momento quiero darle el beneficio de la duda, por las cosas que él me cuenta, por lo que conozco de él, sin embargo, eso no significa que no estamos preocupados y vigilantes de lo que está pasando.
-¿La democracia peruana está en peligro con la opción Keiko Fujimori?
- Bueno, sin ninguna duda, ¿no?. No solamente la democracia como sistema donde las instituciones deben ser independientes y autónomas, sino el sistema como un trasfondo de conceptos morales importantes.
-¿Qué ves en Keiko Fujimori?
-Por ejemplo, en el tema de derechos humanos, en el tema del recorte de las libertades individuales, son todas cosas en las que a mí no me cabe la menor duda que, de entrar un gobierno Fujimorista, van a ser nuevamente melladas, nuevamente transgredidas. Y no porque ellos se lo propongan, sino porque el Fujimorismo no es solamente una agrupación política, es una forma a veces hasta perversa de ver e interpretar la vida. Y lo hemos visto, durante toda la época del fujimontesinismo. Todos estos asesores que están siendo guardados porque supuestamente dicen lo indebido, representan el pensamiento Fujimorista, representan claramente lo que fueron ellos en esos 10 años y lo que siguen siendo y que quieren callar ahora porque, bueno, es época de campaña y algunas cosas no es políticamente correcto decirlas. Pero es lo que ellos piensan, defienden y siempre defenderán, porque ése es su pensamiento.
Martha Chávez diciendo, por ejemplo, que se pueden suspender ciertos derechos, de ciertas personas, en aras de que haya una mayor seguridad para una mayoría.
-Terrible
- Ese tipo de pensamiento, en fin, justifica cualquier cosa para lograr lo que ellos llaman un bien mayor. Así tengas que matar en el camino, asesinar, en fin, desaparecer. Ahora, claro, “todos son hechos aislados”
-¿No crees en el deslinde de Keiko Fujimori con el gobierno de su papá?
-No, pero ¡por favor!, ni que fuéramos niños de pecho. Keiko Fujimori no solamente no ha cuestionado el gobierno de su padre, sino que lo entiende y lo aplaude. Y pide aplausos y palmas para él hasta la Diroes. Y tiene a la misma gente en su entorno, por más que se mate diciendo ella que la mayoría, el 90 % de la gente que la acompaña es nueva, el núcleo duro de su entorno, es el mismo núcleo duro del gobierno de su padre; gente que ha sido muy cuestionada durante toda la época del Fujimorismo.
Keiko Fujimori dice que ella se opuso a la tercera reelección de su papá y sale bailando y pidiendo votos para su padre durante los mítines del año 2000. Keiko Fujimori dice que se opuso a Vladimiro Montesinos porque extorsionaba a sus amigos que luego fueron investigados por narcotráfico y que fue a contarle eso a su padre para que indultara a sus amigos. Yo me pregunto, ¿eso es oponerse?, ¿preocuparse por el país? , o sea, lograr el indulto para mis amigos, porque el asesor de mi papá los está extorsionando. Y nunca hizo una denuncia ante el Ministerio Público por el delito de extorsión, nunca le exigió a su padre que la haga contra Vladimiro Montesinos. Entonces, toda esta serie de medias verdades que ahora quiere contar en la campaña dejan clarísimo que ella es… ¡su papá!
-¿Cómo crees que sería tratada la prensa en un probable gobierno de fuerza 2011?
-Yo imagino que sería bastante parecido a lo que sucedió en el pasado, de hecho. Quizá haría falta un poco menos de esfuerzo porque ya mucha de la prensa está alineada. Si antes se pagaba con dinero, me imagino que no volverán a caer en ese mismo modus operandi, pero utilizarán otro. No proyecto nada auspicioso para la prensa en un probable gobierno de Keiko Fujimori.
-Se puede inferir entonces que tu vas a votar por la otra opción…
-Sí, yo voy a votar por Ollanta Humala. Pero no es un voto de adhesión a Ollanta Hu-mala, eso me gustaría dejarlo bastante claro. Es un voto de confianza crítico, es un voto, sí, valiente, porque hay un grado de riesgo que yo estoy tomando en votar por Ollanta Humala. Es un voto valiente y vigilante. Tampoco es que yo tenga la mejor de las opiniones con respecto a Ollanta Humala, no, te mentiría, no es así. Tengo también dudas con respecto a lo que él pueda llegar a hacer una vez en el gobierno. Pero prefiero mil veces un político oportunista promedio, como puede ser Ollanta Humala, que una testaferro del mal y de la política de la inmoralidad y del delito como Keiko Fujimori. Entonces, yo sí voy a votar por Humala. Lo he pensado durante varias semanas. Desde el comienzo, evidentemente, tuve claro que jamás votaría por el Fujimorismo, así me torturen en los sótanos del SIN, me torturaran, me asesinaran, me quemaran y me enterraran como los estudiantes de La Cantuta, y volviera a nacer, jamás, jamás. Porque lo que conocemos de ellos del pasado, es lo mismo que son hoy en día, no han cambiado, lo estamos viendo, son los mismos, tienen la misma moral. Y eso es garantía, de que eventualmente, van a suceder las mismas cosas que sucedieron antes.
-Digamos, es un voto crítico como el que va a dar mucha gente, pero también hay otro sector que dice que va a votar en blanco o viciado, ¿qué opinas de esta postura?
-Bueno, como te contaba, yo estuve clarísima de que jamás votaría por Keiko Fujimori por lo que representa y durante un tiempo mi opción probable fue viciar el voto, pero eso sí dejarlo en blanco sería un riesgo porque podía ser mal utilizada esa cédula. Pero, dadas las circunstancias y luego de reflexionar algunas semanas, he llegado a la conclusión de que no es momento de inacción, de medias tintas. No es momento de trasladarle la responsabilidad a los otros, creo que uno de estos dos gobiernos nos va a tocar, de todas maneras, así uno se abstenga y quiera votar viciado o blanco, una de las dos opciones nos va a gobernar. Entonces, sería muy fácil sentarse y decir luego, yo no tuve la culpa. Creo que esa es una posición, que aunque válida y democrática, el momento no la justifica. Y si somos peruanos y vamos a tener que seguir viviendo aquí y vamos a tener que ser gobernados por una de estas dos fuerzas políticas, es mejor que hagas algo porque gobierne la que consideres la menos nociva o la que tiene más posibilidades de ser la menos nociva; y en ese sentido yo he decidido votar por Ollanta Humala.
-Es válido y democrático el voto viciado, pero ¿es irresponsable en este momento?
-Yo no llegaría a llamarlo irresponsable, pero sí creo que sería poco cívico, porque se juega mucho, porque somos nosotros quienes vamos a vivir lo que venga. Entonces, no puedes simplemente eximirte de responsabilidad alguna de lo que vaya a suceder. Ya estamos aquí, es lo que nos toca, una de las dos va a estar sobre nosotros. Y repito, tomar una opción como la que estoy tomando yo por Ollanta Humala no es regalarle el voto, no es un voto de adhesión, de que confío 100% en Humala.
-No es un cheque en blanco…
-No. Es un voto consciente, de confianza temporal y vigilante. Es vigilancia crítica, y así vamos a estar. Ha llegado el momento de ser valientes y tomar el riesgo, el menor riesgo, y es este (Ollanta Humala).
-Tú has demostrado independencia en tu labor periodística, ¿tu ausencia en la Tv obedece a este cerco, a este frente mediático naranja?
-No exactamente pero, de hecho, si me hubiera quedado, creo que igual ya no estaría allí. Creo que lo que hice fue adelantar un poquito el destino.
-¿Fue tu decisión salir de Canal 2?
-Sí, por problemas varios, que tienen que ver, en fin, desde los temas a tratarse, de los contenidos hasta la forma de trabajo.
-¿Te imponían un esquema de trabajo?
-Yo quisiera en este momento no hablar en detalle de ese tema, porque no quisiera que se desvíe la atención de lo que considero es lo más importante en este momento, que es momento de tomar definiciones, de entrar en acción, de no quedarse callado. Para mí, y para muchas personas públicas, algunas bastante connotadas, que han estado, por ejemplo, como testigos en el juramento de Ollanta –entre artistas, gente intelectual, de las comunidades campesinas, sociales- , que no somos ollantistas, ni siquiera izquierdistas. Que somos respetuosos y defensores de los derechos humanos, de las libertades individuales, económicas, del derecho de propiedad, defensores inclusive del modelo económico imperante, sin dejar de ser críticos pero para todos nosotros, y lo estamos viviendo en carne propia, no es ninguna tarea fácil salir a decir públicamente que estamos tomando esta decisión. Por-que muchos de nosotros no somos ni siquiera de izquierda. Y sabemos que los cuestionamientos empezarán con que hay odio, en fin…
-¿No te preocupa la respuesta mediática y en las redes sociales, como le ha ocurrido a otras personas que también han manifestado públicamente su decisión de votar por Ollanta Humala?
- Yo salgo a decir esto, sabiendo a lo que me estoy exponiendo, a esos insultos y esos agravios. Pero me importa más lo que pueda pasarle al país en los próximos cinco años que los insultos que pueda verter contra mí cualquiera. Ese es finalmente el fondo de salir a hacerlo público, porque perfectamente puedo quedarme en mi casa y simplemente ir a votar y no decir nada. Pero salgo a decirlo por eso, porque creo que es momento de ser valiente.
POR: Esvieta Topovich
Redacción
La periodista Claudia Cisneros dejó las pantallas de TV, por evidentes desacuerdos con el frente mediático a favor de la candidata Fujimorista.
En esta entrevista explica públicamente las razones por las cuales, como muchas personalidades ajenas a la política activa, ha decidido votar por Ollanta Humala. Dice que es momento de ser valientes y enfrentar el retorno del nocivo Fujimorismoy señala que el suyo es también un voto crítico y vigilante.
-¿Cree que se está repitiendo el esquema de una prensa “geisha” como la que existió en los 90’?
- Me temo que sí, me temo que muchos de los medios se han comenzado a despintar y han comenzado a mostrar su color naranja, pero lo que digo es que, si estamos hablando de los periodistas, dejando al margen el tema de los propietarios de los medios, supongo que habría que ver caso por caso, quiénes lo hacen por consigna del dueño del canal o del medio, y quiénes lo hacen porque auténticamente están asustados, sin sopesar todo lo que fue el gobierno Fujimorista. No lo sé, no estoy tan cerca a ellos como para saberlo.
-¿Percibes en todo caso que hay un cLima en nuestra prensa que no obedece a un equilibrio informativo?
-No, definitivamente que no, sobre todo justamente en los programas informativos. Cuando hay un programa que permite la opinión, me parece justo y necesario que esta se haga saber y conocer. Incluso el medio mismo o el empresario o dueño del medio, tiene todo el derecho de expresar su opinión política a través de su medio, pero como opinión política del dueño del canal o del empresario dueño del canal, y sin que se camufle en forma de noticia. A la hora en que se hace una pauta, pongo esta noticia de Ollanta al final, la de Keiko la subo más; cualquier cosa de Ollanta que pareciera buena siempre va antecedida por un cuestionamiento.
-Hay un manoseo del material informativo?
-Sí. Tengo la sensación de que se está repitiendo la historia de finales de los 90’, esta vez evidentemente, quiero pensar, no es por dinero. Pero sí me hace pensar que quienes estaban en los medios de comunicación o fueron parte de eso y en ese momento hicieron acto de contrición, se arrepintieron o reflexionaron sobre el papel que jugaron, quizás no fue pues un arrepentimiento auténtico, sino guiado por la circunstancia y la presión del momento y de la ciudadanía. De otra manera no entiendo los procederes de hoy.
-¿Qué opinas de lo ocurrido en Canal N, el despido de periodistas?
-Lo que pasa es que todo esto se da en el contexto en que a Laura Puertas, de Canal 4, también habían estado intentando sacarla. Porque yo creo que si esa parte no se hubiese conocido –lo de Laura Puertas-, lo de Canal N hubiera podido entenderse, como lo han querido explicar, como un intento de una renovación o un cambio. Pero evidentemente ese tipo de coincidencias llaman la atención. Yo conozco a Fabricio Torres (nuevo productor de noticias de Canal N) desde hace muchos años, he conversado con él. Hasta este momento quiero darle el beneficio de la duda, por las cosas que él me cuenta, por lo que conozco de él, sin embargo, eso no significa que no estamos preocupados y vigilantes de lo que está pasando.
-¿La democracia peruana está en peligro con la opción Keiko Fujimori?
- Bueno, sin ninguna duda, ¿no?. No solamente la democracia como sistema donde las instituciones deben ser independientes y autónomas, sino el sistema como un trasfondo de conceptos morales importantes.
-¿Qué ves en Keiko Fujimori?
-Por ejemplo, en el tema de derechos humanos, en el tema del recorte de las libertades individuales, son todas cosas en las que a mí no me cabe la menor duda que, de entrar un gobierno Fujimorista, van a ser nuevamente melladas, nuevamente transgredidas. Y no porque ellos se lo propongan, sino porque el Fujimorismo no es solamente una agrupación política, es una forma a veces hasta perversa de ver e interpretar la vida. Y lo hemos visto, durante toda la época del fujimontesinismo. Todos estos asesores que están siendo guardados porque supuestamente dicen lo indebido, representan el pensamiento Fujimorista, representan claramente lo que fueron ellos en esos 10 años y lo que siguen siendo y que quieren callar ahora porque, bueno, es época de campaña y algunas cosas no es políticamente correcto decirlas. Pero es lo que ellos piensan, defienden y siempre defenderán, porque ése es su pensamiento.
Martha Chávez diciendo, por ejemplo, que se pueden suspender ciertos derechos, de ciertas personas, en aras de que haya una mayor seguridad para una mayoría.
-Terrible
- Ese tipo de pensamiento, en fin, justifica cualquier cosa para lograr lo que ellos llaman un bien mayor. Así tengas que matar en el camino, asesinar, en fin, desaparecer. Ahora, claro, “todos son hechos aislados”
-¿No crees en el deslinde de Keiko Fujimori con el gobierno de su papá?
-No, pero ¡por favor!, ni que fuéramos niños de pecho. Keiko Fujimori no solamente no ha cuestionado el gobierno de su padre, sino que lo entiende y lo aplaude. Y pide aplausos y palmas para él hasta la Diroes. Y tiene a la misma gente en su entorno, por más que se mate diciendo ella que la mayoría, el 90 % de la gente que la acompaña es nueva, el núcleo duro de su entorno, es el mismo núcleo duro del gobierno de su padre; gente que ha sido muy cuestionada durante toda la época del Fujimorismo.
Keiko Fujimori dice que ella se opuso a la tercera reelección de su papá y sale bailando y pidiendo votos para su padre durante los mítines del año 2000. Keiko Fujimori dice que se opuso a Vladimiro Montesinos porque extorsionaba a sus amigos que luego fueron investigados por narcotráfico y que fue a contarle eso a su padre para que indultara a sus amigos. Yo me pregunto, ¿eso es oponerse?, ¿preocuparse por el país? , o sea, lograr el indulto para mis amigos, porque el asesor de mi papá los está extorsionando. Y nunca hizo una denuncia ante el Ministerio Público por el delito de extorsión, nunca le exigió a su padre que la haga contra Vladimiro Montesinos. Entonces, toda esta serie de medias verdades que ahora quiere contar en la campaña dejan clarísimo que ella es… ¡su papá!
-¿Cómo crees que sería tratada la prensa en un probable gobierno de fuerza 2011?
-Yo imagino que sería bastante parecido a lo que sucedió en el pasado, de hecho. Quizá haría falta un poco menos de esfuerzo porque ya mucha de la prensa está alineada. Si antes se pagaba con dinero, me imagino que no volverán a caer en ese mismo modus operandi, pero utilizarán otro. No proyecto nada auspicioso para la prensa en un probable gobierno de Keiko Fujimori.
-Se puede inferir entonces que tu vas a votar por la otra opción…
-Sí, yo voy a votar por Ollanta Humala. Pero no es un voto de adhesión a Ollanta Hu-mala, eso me gustaría dejarlo bastante claro. Es un voto de confianza crítico, es un voto, sí, valiente, porque hay un grado de riesgo que yo estoy tomando en votar por Ollanta Humala. Es un voto valiente y vigilante. Tampoco es que yo tenga la mejor de las opiniones con respecto a Ollanta Humala, no, te mentiría, no es así. Tengo también dudas con respecto a lo que él pueda llegar a hacer una vez en el gobierno. Pero prefiero mil veces un político oportunista promedio, como puede ser Ollanta Humala, que una testaferro del mal y de la política de la inmoralidad y del delito como Keiko Fujimori. Entonces, yo sí voy a votar por Humala. Lo he pensado durante varias semanas. Desde el comienzo, evidentemente, tuve claro que jamás votaría por el Fujimorismo, así me torturen en los sótanos del SIN, me torturaran, me asesinaran, me quemaran y me enterraran como los estudiantes de La Cantuta, y volviera a nacer, jamás, jamás. Porque lo que conocemos de ellos del pasado, es lo mismo que son hoy en día, no han cambiado, lo estamos viendo, son los mismos, tienen la misma moral. Y eso es garantía, de que eventualmente, van a suceder las mismas cosas que sucedieron antes.
-Digamos, es un voto crítico como el que va a dar mucha gente, pero también hay otro sector que dice que va a votar en blanco o viciado, ¿qué opinas de esta postura?
-Bueno, como te contaba, yo estuve clarísima de que jamás votaría por Keiko Fujimori por lo que representa y durante un tiempo mi opción probable fue viciar el voto, pero eso sí dejarlo en blanco sería un riesgo porque podía ser mal utilizada esa cédula. Pero, dadas las circunstancias y luego de reflexionar algunas semanas, he llegado a la conclusión de que no es momento de inacción, de medias tintas. No es momento de trasladarle la responsabilidad a los otros, creo que uno de estos dos gobiernos nos va a tocar, de todas maneras, así uno se abstenga y quiera votar viciado o blanco, una de las dos opciones nos va a gobernar. Entonces, sería muy fácil sentarse y decir luego, yo no tuve la culpa. Creo que esa es una posición, que aunque válida y democrática, el momento no la justifica. Y si somos peruanos y vamos a tener que seguir viviendo aquí y vamos a tener que ser gobernados por una de estas dos fuerzas políticas, es mejor que hagas algo porque gobierne la que consideres la menos nociva o la que tiene más posibilidades de ser la menos nociva; y en ese sentido yo he decidido votar por Ollanta Humala.
-Es válido y democrático el voto viciado, pero ¿es irresponsable en este momento?
-Yo no llegaría a llamarlo irresponsable, pero sí creo que sería poco cívico, porque se juega mucho, porque somos nosotros quienes vamos a vivir lo que venga. Entonces, no puedes simplemente eximirte de responsabilidad alguna de lo que vaya a suceder. Ya estamos aquí, es lo que nos toca, una de las dos va a estar sobre nosotros. Y repito, tomar una opción como la que estoy tomando yo por Ollanta Humala no es regalarle el voto, no es un voto de adhesión, de que confío 100% en Humala.
-No es un cheque en blanco…
-No. Es un voto consciente, de confianza temporal y vigilante. Es vigilancia crítica, y así vamos a estar. Ha llegado el momento de ser valientes y tomar el riesgo, el menor riesgo, y es este (Ollanta Humala).
-Tú has demostrado independencia en tu labor periodística, ¿tu ausencia en la Tv obedece a este cerco, a este frente mediático naranja?
-No exactamente pero, de hecho, si me hubiera quedado, creo que igual ya no estaría allí. Creo que lo que hice fue adelantar un poquito el destino.
-¿Fue tu decisión salir de Canal 2?
-Sí, por problemas varios, que tienen que ver, en fin, desde los temas a tratarse, de los contenidos hasta la forma de trabajo.
-¿Te imponían un esquema de trabajo?
-Yo quisiera en este momento no hablar en detalle de ese tema, porque no quisiera que se desvíe la atención de lo que considero es lo más importante en este momento, que es momento de tomar definiciones, de entrar en acción, de no quedarse callado. Para mí, y para muchas personas públicas, algunas bastante connotadas, que han estado, por ejemplo, como testigos en el juramento de Ollanta –entre artistas, gente intelectual, de las comunidades campesinas, sociales- , que no somos ollantistas, ni siquiera izquierdistas. Que somos respetuosos y defensores de los derechos humanos, de las libertades individuales, económicas, del derecho de propiedad, defensores inclusive del modelo económico imperante, sin dejar de ser críticos pero para todos nosotros, y lo estamos viviendo en carne propia, no es ninguna tarea fácil salir a decir públicamente que estamos tomando esta decisión. Por-que muchos de nosotros no somos ni siquiera de izquierda. Y sabemos que los cuestionamientos empezarán con que hay odio, en fin…
-¿No te preocupa la respuesta mediática y en las redes sociales, como le ha ocurrido a otras personas que también han manifestado públicamente su decisión de votar por Ollanta Humala?
- Yo salgo a decir esto, sabiendo a lo que me estoy exponiendo, a esos insultos y esos agravios. Pero me importa más lo que pueda pasarle al país en los próximos cinco años que los insultos que pueda verter contra mí cualquiera. Ese es finalmente el fondo de salir a hacerlo público, porque perfectamente puedo quedarme en mi casa y simplemente ir a votar y no decir nada. Pero salgo a decirlo por eso, porque creo que es momento de ser valiente.
POR: Esvieta Topovich
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