http://visionuniversitaria.wordpress.com/2011/02/11/el-frente-amplio-en-el-uruguay/
http://www.frenteamplio.org.uy/frenteamplio/historia
http://uruguay.indymedia.org/news/2009/05/69588.php
"La coparticipación política, y la búsqueda de consensos en la democracia uruguaya, solo interrumpida en dos oportunidades en el siglo XX, habla del papel desempeñado por los partidos políticos, y los instrumentos diseñados a lo largo de la historia para la perdurabilidad de su democracia".
En febrero de 1971 se crea un movimiento político de una fuerza excepcional, con una adhesión popular inimaginable, con alta participación de ciudadanos frentistas y una muy elevada militancia que se congregó especialmente en los comités de base. Yo tenía una participación privilegiada, porque desde enero de 1971 integraba el equipo asesor del Gral. Seregni junto al Tucho Methol, Germán Wettstein, Pedro Seré, Julio Rossiello, Samuel Lichtensztejn, Esteban Campal y el coronel Zufriategui. Fue una de las experiencias más ricas y más importantes de mi vida política, por la creatividad del grupo multidisciplinario y la capacidad totalizadora de Seregni.
Era un momento histórico de gran efervescencia política, de enfrentamiento y confrontación en diversos planos, de violencia física y verbal, de conflictos permanentes. El contexto internacional marcaba el predominio de Estados Unidos y la fuerte presencia del FMI en la región. Pero también se había vivido la revuelta del ’68, la revolución cubana, el triunfo de Allende en Chile, las profundas transformaciones de la propiedad en el Perú de Velasco Alvarado y la presencia de Juan José Torres en Bolivia.
En lo nacional, 15 años de estancamiento económico, con inflaciones desmesuradas, ampliadas por procesos especulativos, facilitaban enfrentamientos entre distintos sectores sociales, que denominábamos como de intensificación de la lucha de clases. Los empresarios habían tomado, desde 1968, las principales carteras ministeriales y en defensa de sus intereses tomaban acciones que afectaban principios democráticos, limitando las libertades básicas. Los propios partidos tradicionales y fundacionales del país sufrían agudas crisis, perdiendo sus sectores más progresistas e importantes bases populares. La crisis de los partidos colorado y blanco facilitaba la creación del Frente Amplio. Pero además se había concretado la unidad del movimiento obrero y la izquierda ganaba más poder por las propias acciones de la guerrilla urbana, que veía facilitada sus operaciones por los permanentes conflictos y crisis estructurales.
En este contexto internacional y la situación económica, social y política interna, nace el Frente Amplio, que al decir de Seregni: nace como una fuerza de paz y pacificadora para defender, asegurar y garantizar la democracia, de alguna manera cuestionada por la propia situación. Las bases programáticas son fruto de la época, donde predominaban las reformas estructurales de la Cepal y las críticas provenientes de la concepción de la dependencia. Los intelectuales de la época estábamos más comprometidos con la vida política y surgían investigaciones y publicaciones que enriquecían el pensamiento de la izquierda. El programa era profundamente antioligárquico y antiimperialista y propugnaba la unidad latinoamericana. La reforma agraria era básicamente antioligárquica. La nacionalización de la banca tenía componentes antioligárquicos por la presencia de latifundistas en la banca y antiimperialistas, porque enfrentaba al capital extranjero. También era antiimperialista la nacionalización del comercio exterior, dominado por empresas extranjeras en sus principales rubros. El lenguaje también era duro. Seregni, en su famoso discurso del 26 de marzo de 1971 en la explanada municipal, expresaba: “o la oligarquía liquida al pueblo o el pueblo liquida a la oligarquía”. Un líder político moderado, dialogador, negociador y profundamente democrático como Seregni sentía la necesidad de estas expresiones para estar a tono con la época y atender las demandas populares.
Vivimos 40 años de profundos cambios internacionales y mundiales.
1. El capitalismo se revitaliza con las profundas transformaciones tecnológicas y hoy vive una de sus crisis más profundas, derivada de las apetencias y el gran poder adquirido por las grandes instituciones financieras.
2. La implosión del socialismo real fue un fuerte golpe para la izquierda internacional. ¿Cómo ubicar en la actualidad a la oligarquía y al imperialismo?
3. Notamos claramente una especie de imperialismo político y militar, pero en el plano económico todos desean la entrada de las grandes empresas transnacionales.
Es el gran desafío para la izquierda nacional:
1. En materia política el discurso ya no es de confrontación y enfrentamiento, sino de diálogo, de negociación, de acuerdos que son instrumentos inherentes a la democracia.
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