Sanando el Niño Interior
Dom, 20/09/2009 - 19:16 "LA REPÚBLICA"
Por: José Luis Pérez Albela
Médico
Las heridas emocionales que tuvimos desde la concepción en el vientre materno hasta los 9 o 12 años de edad, afectan a nuestra vida de adultos, por eso es importante sanar y recuperar al Niño Interior que todos llevamos dentro. El Niño Interior es el conjunto de todas nuestras potencialidades en estado puro, las que nos permitirán atraer la realización en todas las áreas de la vida, cuando en una o varias de estas áreas no conseguimos vivir con plenitud, entonces estamos ante un caso de Niño Interior Herido.
Por ello es importante que en una familia al niño se le aprecie, se le estimule a crecer y aprender, y se le den muestras de amor para que florezca. Cuando a un menor se le critica constantemente, se le priva de afecto. Sino hace todo bien y se le maltrata física y psicológicamente, se retraerá y dejará de intentar aprender, crecer y se volverá un perfeccionista, tendrá tendencia a la depresión, y sufrirá constantemente porque nunca estará satisfecho con sus logros.
Del adulto de hoy depende dejar de tratar a su Niño Interior como lo trataron en el pasado, en que no se tenía otra elección. Sólo así se podrán realizar cambios positivos en la vida, estableciendo relaciones sanas, cuidando la salud física, laborando en lo que realmente le guste y satisfaga, siendo solidarios, amando incondicionalmente y llegando a sentirse plenos y felices.
El proceso para sanar y recuperar el Niño Interior requiere de voluntad y compromiso. Hay que reconocer y conectar las experiencias no deseadas de la actualidad con las que vivió en el pasado, hacerlas conscientes, darse cuenta de que son suyas, liberarlas, ponerse en el lugar del otro, para cerrar asuntos pendientes. Perdonarse y perdonar.
Cuando el proceso tiene lugar se consigue cambiar las emociones que antes eran causa de conflicto y cambian las personas que eran foco de conflictos, pues cuando uno cambia internamente cambia lo que le rodea.
Este proceso sirve para que la persona recupere su identidad, su autoestima, el encanto personal, la espontaneidad, la salud. Será capaz de sostenerse y nutrirse a sí mismo, a vivir plenamente y atraer la prosperidad.
Dom, 20/09/2009 - 19:16 "LA REPÚBLICA"
Por: José Luis Pérez Albela
Médico
Las heridas emocionales que tuvimos desde la concepción en el vientre materno hasta los 9 o 12 años de edad, afectan a nuestra vida de adultos, por eso es importante sanar y recuperar al Niño Interior que todos llevamos dentro. El Niño Interior es el conjunto de todas nuestras potencialidades en estado puro, las que nos permitirán atraer la realización en todas las áreas de la vida, cuando en una o varias de estas áreas no conseguimos vivir con plenitud, entonces estamos ante un caso de Niño Interior Herido.
Por ello es importante que en una familia al niño se le aprecie, se le estimule a crecer y aprender, y se le den muestras de amor para que florezca. Cuando a un menor se le critica constantemente, se le priva de afecto. Sino hace todo bien y se le maltrata física y psicológicamente, se retraerá y dejará de intentar aprender, crecer y se volverá un perfeccionista, tendrá tendencia a la depresión, y sufrirá constantemente porque nunca estará satisfecho con sus logros.
Del adulto de hoy depende dejar de tratar a su Niño Interior como lo trataron en el pasado, en que no se tenía otra elección. Sólo así se podrán realizar cambios positivos en la vida, estableciendo relaciones sanas, cuidando la salud física, laborando en lo que realmente le guste y satisfaga, siendo solidarios, amando incondicionalmente y llegando a sentirse plenos y felices.
El proceso para sanar y recuperar el Niño Interior requiere de voluntad y compromiso. Hay que reconocer y conectar las experiencias no deseadas de la actualidad con las que vivió en el pasado, hacerlas conscientes, darse cuenta de que son suyas, liberarlas, ponerse en el lugar del otro, para cerrar asuntos pendientes. Perdonarse y perdonar.
Cuando el proceso tiene lugar se consigue cambiar las emociones que antes eran causa de conflicto y cambian las personas que eran foco de conflictos, pues cuando uno cambia internamente cambia lo que le rodea.
Este proceso sirve para que la persona recupere su identidad, su autoestima, el encanto personal, la espontaneidad, la salud. Será capaz de sostenerse y nutrirse a sí mismo, a vivir plenamente y atraer la prosperidad.
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