FUENTE: DIARIO "LA PRIMERA"
Lima, 11 de Abril del 2010
El caso del BTR, que involucra a personajes vinculados al poder, ha relegado a un segundo plano el problema de la entrega de la Amazonía a las transnacionales, para muchos un gran “faenón” que tiende a agravar los conflictos socioambientales existentes, situación que puede derivar en otro “baguazo”.
La vicepresidenta de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aidesep), Daysi Zapata, cuestiona lo que considera política entreguista de Alan García y advierte que la actividad petrolera amenaza a 650 mil nativos, que ya sufren los efectos del cambio climático debido a la deforestación y a la contaminación de las industrias de los países desarrollados.
Zapata, dirigente de la etnia Yine y de la Organización Indígena Regional de Atalaya (Oira), de Ucayali, habla de la cosmovisión indígena, los problemas en la selva, la desidia del Estado y el deseo por dirigir su propio destino.
Daysi Zapata denuncia que “las empresas petroleras han ingresado a distintas partes de la Amazonía peruana”, con el apoyo del gobierno, que desconoce el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la consulta previa a los pueblos involucrados, a fin de que no resulten perjudicados.
“Las comunidades nativas, después de los reclamos (protestas) que hicieran el año pasado, se encuentran preocupadas, ya que el gobierno no ha dado la mínima voluntad política de querer consultar con los pueblos indígenas y permite que las transnacionales ingresen a territorios nativos para que exploten los recursos naturales”, señaló.
Sostuvo que las autoridades del Ejecutivo “ven a la Amazonía como un mercado y los indígenas consideran que la política del gobierno debe ser la defensa del territorio de manera integral y no un espacio pequeño de suelo”.
“La población está molesta y puede nuevamente levantarse. Hay el riesgo de que se produzca otro ‘baguazo’, ya que no queremos la actividad petrolera, pues perjudica nuestra forma de vida”, expresó al mencionar que nativos del Cusco han dejado de sembrar productos nativos para consumir alimentos de otras regiones.
Sigue la entrega
Zapata sostuvo que “el gobierno continúa entregando lotes petroleros, sin ninguna consulta a las comunidades” y que las visitas hechas por el premier Javier Velásquez a algunas localidades selváticas fueron para reunirse con nativos ‘renegados’, con el objetivo de dividir a las organizaciones amazónicas para lograr el apoyo a la actividad petrolera”.
Recordó que el gobierno pretendió desestabilizar a Aidesep con una persecución política contra sus dirigentes y una investigación sobre supuestos malos manejos de fondos de la entidad, para que el gubernamental Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Indepa) asumiera la representación de los indígenas, maniobra que terminó en un fracaso.
Más del 70% de la Amazonía peruana ha sido dividida en parcelas concedidas a empresas para la exploración de hidrocarburos, lo que amenaza con transformar una gran parte de la selva virgen y pondría en riesgo el hábitat de los indígenas, que básicamente se alimentan de la pesca, la caza y productos de la selva.
La selva ocupa el 60% del territorio nacional y comprende la totalidad de los departamentos de Loreto, Ucayali, San Martín y Madre de Dios, además de parte de Amazonas, Cajamarca, Huánuco, Pasco, Junín, Ayacucho, Cusco y Puno. El Perú tiene 66 millones de hectáreas de bosques, de las cuales 18 millones de hectáreas se encuentran protegidas y 12 millones en manos de 46 comunidades nativas.
A pesar de los conflictos socioambientales, el gobierno continúa con la entrega de lotes petroleros en la selva, donde operan la española Repsol, las estadounidenses Hunt Oil y Olympic, la canadiense Talismán, la anglo-francesa Perenco, la argentina PlusPetrol, la china Sapet, la brasileña Petrobras y otras.
Las comunidades Achuar, Aguaruna-Huambisa, Shawi y Awajún mantienen conflictos con algunas petroleras, como Hunt Oil en Madre de Dios y Pluspetrol en Loreto. Otro caso similar se da en el río Cenepa, en Amazonas, y en Puno pobladores de cinco provincias exigen la nulidad de las concesiones petroleras por el temor a la contaminación del medio ambiente, incluida la cuenca del lago Titicaca.
El presidente de PetroPerú, Luis Rebolledo, incluso dijo esta semana que la empresa estatal se encuentra en contacto con diversas compañías petroleras para asociarse, a fin de explotar crudo en algunas zonas de la Amazonía peruana.
Presiones
Daysi Zapata sostiene que el gobierno busca dividir al movimiento indígena y que funcionarios de PetroPerú presionan a los dirigentes amazónicos mediante llamadas telefónicas y mensajes por correo electrónico, a fin de que permitan la actividad petrolera, sin tomar en cuenta la cosmovisión indígena.
Indicó que la empresa estatal ha convocado para mañana lunes a representantes de los pueblos Shawi y Awajún de las 74 comunidades de Cahuapanas, Datem del Marañón, en Loreto, para tratar sobre el ingreso de Repsol a sus territorios para explorar y explotar el lote 168, ingreso que los apus rechazan.
Perupetro, asimismo, ha pretendido realizar talleres para convencer a los pueblos nativos, a fin de que acepten el ingreso de las compañías extranjeras, lo que evidencia la política “entreguista” del gobierno de Alan García, anotó.
“Los apus de diversas comunidades, explicó Zapata, consideran que la presencia de las petroleras no significa desarrollo económico, sino que es sinónimo de muerte, ya que contaminan todo sin prever las consecuencias de nuestras futuras generaciones”.
Lamentó que el presidente Alan García tenga una actitud “soberbia” y dijo no creer que el gobierno cumpla con el Convenio 169 de la OIT. “De nada sirve que se insista en su cumplimiento, ya que las autoridades nada aprenden de todo lo ocurrido”, en alusión a los sucesos de Bagua.
La Amazonía y el calentamiento global
- ¿Qué representa para los nativos la Amazonía y el calentamiento global que preocupa a la humanidad?
-La Amazonía es para los indígenas nuestro mundo, donde podemos vivir libremente, navegar en los ríos tranquilamente sin que nadie nos obstaculice y es nuestro propio mercado, que nos alimenta y protege. Cuando llegan las transnacionales nos quitan el derecho de vivir tranquilamente. Nunca hemos escuchado hablar de cambios climáticos, son palabras nuevas para nosotros. (Sin embargo) hoy vemos huaicos y lluvias torrenciales que antes no ocurrían, lo que está generando preocupación entre nosotros.
-Vivir en la jungla más grande del mundo con tantos recursos naturales ha favorecido el desarrollo de la selva?
-Los que viven en la Amazonía se alimentan de lo que producimos (plátano, yuca y frutas), por eso es importante la selva para los indígenas y también su preservación para no llegar a los extremos de lo que ocurre en la sierra, donde hay muchas necesidades y mayor pobreza.
-Además de la indiferencia de los gobiernos de turno, ¿qué otros problemas deben afrontar los nativos en la selva peruana?
-Hay prostitución infantil, delincuencia, Desempleo, crisis económica, narcotráfico, subversión y corrupción. Las comunidades nativas también están preocupadas por los problemas que puedan generar la construcción de represas e hidroeléctricas, las cuales podrían afectar el medio ambiente y el desplazamiento de poblados. Además, tendrá efectos en el cambio climático por la deforestación. El Grupo Romero está acaparando grandes terrenos en los departamentos de San Martín y Amazonas para realizar una tala indiscriminada de bosques.
Quieren un gobierno que proteja la selva
-¿Qué esperan de las próximas elecciones?
-Esperamos que en las próximas elecciones surja un mejor gobernante y que no venda nuestra Amazonía ni divida a los pueblos indígenas. Esperamos constituir un Frente por la Vida como espacio de diálogo y debate sobre temas que apunten a defender nuestros recursos naturales y respecto a los pueblos indígenas.
-¿Qué los diferenciará de otras organizaciones políticas existentes?
-Queremos ser transparentes, con moral y representar a nuestros pueblos. El Frente por la Vida ha convocado a gente importante a nivel nacional y formarán parte Aidsep, las confederaciones Nacional Agraria (CNA) y de Comunidades Afectadas por la Minería del Perú (Conacami) y otros sectores populares. Contamos con representantes en Ucayali, Loreto, Madre de Dios, Amazonas y en otras zonas.
-¿Cómo elegirán a sus representantes?
-Los candidatos serán designados por las propias bases y por consenso en asambleas democráticas. Esperamos participar en las elecciones regionales y municipales del 3 de octubre próximo. El desarrollo de la selva y la sierra será uno de los temas principales que impulsaremos, ya que ningún partido político ha tomado en cuenta, y la desigualdad se observa con relación a la costa.
Abelardo Sarmiento
Redacción
Lima, 11 de Abril del 2010
El caso del BTR, que involucra a personajes vinculados al poder, ha relegado a un segundo plano el problema de la entrega de la Amazonía a las transnacionales, para muchos un gran “faenón” que tiende a agravar los conflictos socioambientales existentes, situación que puede derivar en otro “baguazo”.
La vicepresidenta de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aidesep), Daysi Zapata, cuestiona lo que considera política entreguista de Alan García y advierte que la actividad petrolera amenaza a 650 mil nativos, que ya sufren los efectos del cambio climático debido a la deforestación y a la contaminación de las industrias de los países desarrollados.
Zapata, dirigente de la etnia Yine y de la Organización Indígena Regional de Atalaya (Oira), de Ucayali, habla de la cosmovisión indígena, los problemas en la selva, la desidia del Estado y el deseo por dirigir su propio destino.
Daysi Zapata denuncia que “las empresas petroleras han ingresado a distintas partes de la Amazonía peruana”, con el apoyo del gobierno, que desconoce el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la consulta previa a los pueblos involucrados, a fin de que no resulten perjudicados.
“Las comunidades nativas, después de los reclamos (protestas) que hicieran el año pasado, se encuentran preocupadas, ya que el gobierno no ha dado la mínima voluntad política de querer consultar con los pueblos indígenas y permite que las transnacionales ingresen a territorios nativos para que exploten los recursos naturales”, señaló.
Sostuvo que las autoridades del Ejecutivo “ven a la Amazonía como un mercado y los indígenas consideran que la política del gobierno debe ser la defensa del territorio de manera integral y no un espacio pequeño de suelo”.
“La población está molesta y puede nuevamente levantarse. Hay el riesgo de que se produzca otro ‘baguazo’, ya que no queremos la actividad petrolera, pues perjudica nuestra forma de vida”, expresó al mencionar que nativos del Cusco han dejado de sembrar productos nativos para consumir alimentos de otras regiones.
Sigue la entrega
Zapata sostuvo que “el gobierno continúa entregando lotes petroleros, sin ninguna consulta a las comunidades” y que las visitas hechas por el premier Javier Velásquez a algunas localidades selváticas fueron para reunirse con nativos ‘renegados’, con el objetivo de dividir a las organizaciones amazónicas para lograr el apoyo a la actividad petrolera”.
Recordó que el gobierno pretendió desestabilizar a Aidesep con una persecución política contra sus dirigentes y una investigación sobre supuestos malos manejos de fondos de la entidad, para que el gubernamental Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Indepa) asumiera la representación de los indígenas, maniobra que terminó en un fracaso.
Más del 70% de la Amazonía peruana ha sido dividida en parcelas concedidas a empresas para la exploración de hidrocarburos, lo que amenaza con transformar una gran parte de la selva virgen y pondría en riesgo el hábitat de los indígenas, que básicamente se alimentan de la pesca, la caza y productos de la selva.
La selva ocupa el 60% del territorio nacional y comprende la totalidad de los departamentos de Loreto, Ucayali, San Martín y Madre de Dios, además de parte de Amazonas, Cajamarca, Huánuco, Pasco, Junín, Ayacucho, Cusco y Puno. El Perú tiene 66 millones de hectáreas de bosques, de las cuales 18 millones de hectáreas se encuentran protegidas y 12 millones en manos de 46 comunidades nativas.
A pesar de los conflictos socioambientales, el gobierno continúa con la entrega de lotes petroleros en la selva, donde operan la española Repsol, las estadounidenses Hunt Oil y Olympic, la canadiense Talismán, la anglo-francesa Perenco, la argentina PlusPetrol, la china Sapet, la brasileña Petrobras y otras.
Las comunidades Achuar, Aguaruna-Huambisa, Shawi y Awajún mantienen conflictos con algunas petroleras, como Hunt Oil en Madre de Dios y Pluspetrol en Loreto. Otro caso similar se da en el río Cenepa, en Amazonas, y en Puno pobladores de cinco provincias exigen la nulidad de las concesiones petroleras por el temor a la contaminación del medio ambiente, incluida la cuenca del lago Titicaca.
El presidente de PetroPerú, Luis Rebolledo, incluso dijo esta semana que la empresa estatal se encuentra en contacto con diversas compañías petroleras para asociarse, a fin de explotar crudo en algunas zonas de la Amazonía peruana.
Presiones
Daysi Zapata sostiene que el gobierno busca dividir al movimiento indígena y que funcionarios de PetroPerú presionan a los dirigentes amazónicos mediante llamadas telefónicas y mensajes por correo electrónico, a fin de que permitan la actividad petrolera, sin tomar en cuenta la cosmovisión indígena.
Indicó que la empresa estatal ha convocado para mañana lunes a representantes de los pueblos Shawi y Awajún de las 74 comunidades de Cahuapanas, Datem del Marañón, en Loreto, para tratar sobre el ingreso de Repsol a sus territorios para explorar y explotar el lote 168, ingreso que los apus rechazan.
Perupetro, asimismo, ha pretendido realizar talleres para convencer a los pueblos nativos, a fin de que acepten el ingreso de las compañías extranjeras, lo que evidencia la política “entreguista” del gobierno de Alan García, anotó.
“Los apus de diversas comunidades, explicó Zapata, consideran que la presencia de las petroleras no significa desarrollo económico, sino que es sinónimo de muerte, ya que contaminan todo sin prever las consecuencias de nuestras futuras generaciones”.
Lamentó que el presidente Alan García tenga una actitud “soberbia” y dijo no creer que el gobierno cumpla con el Convenio 169 de la OIT. “De nada sirve que se insista en su cumplimiento, ya que las autoridades nada aprenden de todo lo ocurrido”, en alusión a los sucesos de Bagua.
La Amazonía y el calentamiento global
- ¿Qué representa para los nativos la Amazonía y el calentamiento global que preocupa a la humanidad?
-La Amazonía es para los indígenas nuestro mundo, donde podemos vivir libremente, navegar en los ríos tranquilamente sin que nadie nos obstaculice y es nuestro propio mercado, que nos alimenta y protege. Cuando llegan las transnacionales nos quitan el derecho de vivir tranquilamente. Nunca hemos escuchado hablar de cambios climáticos, son palabras nuevas para nosotros. (Sin embargo) hoy vemos huaicos y lluvias torrenciales que antes no ocurrían, lo que está generando preocupación entre nosotros.
-Vivir en la jungla más grande del mundo con tantos recursos naturales ha favorecido el desarrollo de la selva?
-Los que viven en la Amazonía se alimentan de lo que producimos (plátano, yuca y frutas), por eso es importante la selva para los indígenas y también su preservación para no llegar a los extremos de lo que ocurre en la sierra, donde hay muchas necesidades y mayor pobreza.
-Además de la indiferencia de los gobiernos de turno, ¿qué otros problemas deben afrontar los nativos en la selva peruana?
-Hay prostitución infantil, delincuencia, Desempleo, crisis económica, narcotráfico, subversión y corrupción. Las comunidades nativas también están preocupadas por los problemas que puedan generar la construcción de represas e hidroeléctricas, las cuales podrían afectar el medio ambiente y el desplazamiento de poblados. Además, tendrá efectos en el cambio climático por la deforestación. El Grupo Romero está acaparando grandes terrenos en los departamentos de San Martín y Amazonas para realizar una tala indiscriminada de bosques.
Quieren un gobierno que proteja la selva
-¿Qué esperan de las próximas elecciones?
-Esperamos que en las próximas elecciones surja un mejor gobernante y que no venda nuestra Amazonía ni divida a los pueblos indígenas. Esperamos constituir un Frente por la Vida como espacio de diálogo y debate sobre temas que apunten a defender nuestros recursos naturales y respecto a los pueblos indígenas.
-¿Qué los diferenciará de otras organizaciones políticas existentes?
-Queremos ser transparentes, con moral y representar a nuestros pueblos. El Frente por la Vida ha convocado a gente importante a nivel nacional y formarán parte Aidsep, las confederaciones Nacional Agraria (CNA) y de Comunidades Afectadas por la Minería del Perú (Conacami) y otros sectores populares. Contamos con representantes en Ucayali, Loreto, Madre de Dios, Amazonas y en otras zonas.
-¿Cómo elegirán a sus representantes?
-Los candidatos serán designados por las propias bases y por consenso en asambleas democráticas. Esperamos participar en las elecciones regionales y municipales del 3 de octubre próximo. El desarrollo de la selva y la sierra será uno de los temas principales que impulsaremos, ya que ningún partido político ha tomado en cuenta, y la desigualdad se observa con relación a la costa.
Abelardo Sarmiento
Redacción
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