POR:
UBALDO TEJADA GUERRERO – Analista Global
“Quiénes únicamente se solazan con el pasado, ignoran que el Perú,
el verdadero Perú es todavía un problema. Quiénes caen en la amargura, en el
pesimismo, en el desencanto, ignoran que el Perú es aún una posibilidad.
Problema es, en efecto y por desgracia el Perú; pero también felizmente,
posibilidad” (Basadre, Perú Problema y Posibilidad, 1931).
El 11 de junio del 2000, la
empresa editora “La Industria” en la ciudad de Trujillo, me publicó en el
suplemento dominical, un extenso artículo, que hoy a mas de 20 años de
aplicación de políticas neoliberales en el Perú, las ideas centrales se mantienen
en el documento titulado “Lecciones electorales del 28 de mayo del 2,000”.
Estamos hablando de la
pretendida reelección indefinida del ex Presidente Alberto Fujimori, que
inauguró el estilo del populismo, de cambiar lo que ofreció, que se mantiene
como una constante neoliberal desde 1,990 al 2,013 con Toledo, García y Ollanta
Humala.
Hoy cuando se ha reemplazado
hiperinflación y terrorismo, por delincuencia y corrupción, es bueno recordar
las tres primeras lecciones, de las siete, porque es un deber cívico de
instalar en el colectivo, una visión positiva, de que es posible un futuro
positivo para el Perú profundo de todas las sangres, como un acto genial que
venga del pueblo y vaya hacia el.
Primera
Lección: Fracaso del modelo neoliberal como paradigma para los países pobres.
“…exportamos un 60% de
nuestros productos con escaso valor agregado y sin mayores eslabonamientos con
la industria local. Ello nos hace vulnerables a las variaciones de los precios
internacionales de las materias primas”.
Segunda
Lección: Confiar en nuestras fuerzas internas.
“Confiar en nuestras propias
fuerzas internas significa comprender nuestra historia para no volver a
repetirla, estar claros que a las dictaduras se las derrota con el pueblo
movilizado y organización consciente de sus derechos. La libertad, la
democracia, la independencia, la justicia social se conquista. Siempre fue así.
Así será también hoy cuando renovemos democráticamente nuestras organizaciones,
gremios, colegios profesionales e instituciones en general”.
Tercera
Lección: Iniciar una etapa democrática y de cambios fundamentales.
FRENTE
AMPLIO SIN CAUDILLOS
“La mezquindad y el afán
caudillesco de nuestras organizaciones políticas cierran en rojo sus estados
políticos, con mas pérdidas que ganancias democráticas, para un pueblo cuyo
único mensaje siempre fue levantar en sus actos la unidad de acción política y
social más amplia, sin exclusiones de las fuerzas democráticas,
antidictatoriales y progresistas.-….es fácil comprender que en un frente amplio
tienen lugar los partidos políticos, los frentes cívicos y regionales, los
sindicatos, las organizaciones profesionales, la juventud, la intelectualidad,
los pequeños y medianos empresarios, la mujer, las comunidades étnicas y
religiosas”.
MOVILIZACIÓN
CÍVICA DEL PUEBLO
“Iniciar una etapa
democrática y de cambios fundamentales de nuestras organizaciones significa
creer y practicar un trabajo en equipo mancomunado, unitario, múltiples en sus
formas, repotenciar sus gremios, colegios profesionales, federaciones,
etcétera; y pasar a potenciar la movilización cívica del pueblo, pues sin ello
no es mucho los resultados que se alcanzarán”.
NUEVOS
LIDERAZGOS
“Los nuevos líderes que han
comenzado a forjarse para esta etapa exigen contar con organizaciones fuertes,
que tengan un peso específico en la vida política y social, lo cual significa
depurarse de viejas lacras conceptuales y aberraciones ideológicas y políticas,
como el apoliticismo, la partidarización, utilitarismo, el canibalismo gremial,
el dogmatismo, que aun perviven; y combatir el abstencionismo político y al
amoldamiento o sumisión al modelo imperante…….El pueblo peruano quiere
democracia económica y justicia social”.
RESCATAR
EL ESTADO AL SERVICIO DEL PUEBLO
“Estamos convencidos que la
crisis política no tendrá salida duradera sin cambios fundamentales en el
Estado y en la sociedad….En la organización del Estado se han instalado la
inseguridad, el miedo, el desaliento, la corrupción, como métodos
anti-naturales de control al pueblo, cuya expresión continuada después de las
elecciones será indudablemente la acentuación de la represión iniciada
coactivamente contra los ciudadanos para obligarlos a ejercitar su voto y el
mantenerse en el poder con nuevos ofrecimientos.
…….no queda otra salida que
la resistencia democrática activa y la unidad del pueblo en demanda de nuevas
elecciones limpias y una nueva Carta Constitucionales, como garantía de
sindicatos, colegios profesionales, etcétera”.
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