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sábado, 2 de noviembre de 2013

IZQUIERDA Y CIUDADANÍA EN PERÚ

POR: UBALDO TEJADA GUERRERO – Analista Global
“América Latina nunca había sido tan rica y próspera como ahora, pero al mismo tiempo coexiste con esta nueva región, la vieja pobreza que no logra ser desmantelada con el crecimiento económico”.
(Marta Lagos, directora de LATINOBARÓMETRO)

CRECIMIENTO SIN DESARROLLO HUMANO
Los imperios neoliberales, que se han sustentado sólo en el crecimiento económico como la solución a los graves problemas del planeta, siempre estuvieron equivocados, sencillamente porque lo estados emergentes, no son inmunes a los ciclos de crisis capitalista.
La socióloga Marta Lagos, directora de LATINOBARÓMETRO que entregó este viernes detalles del informe 2013.
En su opinión “la democracia en América Latina se ve retenida por la desigualdad en el acceso a bienes políticos y también bienes económicos, pese a que la región vive un nivel de prosperidad que no había visto antes”.
En esa línea destacó que en total un 68% de la región se ubica en la clase baja cuya mitad de sus integrantes están en situación precaria e incluso a algunos no les alcanza para comprar alimento, un 30% en la clase media que va en aumento y un 2 % en la clase alta.
“Tenemos con ello DOS AMÉRICAS LATINAS, la que disfruta de los beneficios del crecimiento y la que mira cómo disfrutan los otros, por lo que veremos más protestas como manifestación de una ciudadanía consciente de las deficiencias del sistema económico, político y social”
En el Perú, sigue corriendo libre el “dios mercado” del neoliberalismo vigente desde los ’90, que fue invertir en el buen funcionamiento de las instituciones que le interesan al gran capital (MEF, BCR,  SUNAT), pero dejando en el abandono aquellas que sirven a las mayorías migrantes del ande y la selva, y al Perú profundo.
El factor principal es la implementación del programa neoliberal (Estado al servicio del mercado)desde hace más de 20 años y la teoría de los hechos cumplidos (trabajadores sin estabilidad) en materia laboral, que es la base doctrinaria de la actual Constitución Política de 1,993, a la cual Ollanta decía que era delincuencial por su origen dictatorial. Pues, los derechos adquiridos en materia laboral han sido eliminados, considerando a los peruanos como “ciudadanos de segunda clase”, olvidando que somos un país multiétnico y multicultural.
En el Perú tenemos graves deficiencias: no hay igualdad, porque sólo hemos recuperado algunos estándares de los 70´, por ejemplo es poco lo avanzado en el tema racial, de género, libertad de conciencia y de fe religiosa (iglesia católica ligada al Estado, mediante el obsoleto concordato), lo que si se ha avanzado en el tema de participación de la mujer en la vida política, laboral y social, pero graves deficiencias de inclusión de discapacitados y adultos mayores, para nombrar algunos.
Ahora los voceros laborales en el Perú son: la CONFIEP, ADEX, SIN, los grandes representantes del capital transnacional. Lo cierto es que en el Perú, hasta ahora un grupo reducido de personas tiene el monopolio del poder político, social y económico en un país. La dominación oligárquica se construye a partir de la hacienda, considerada matriz de las sociedades latinoamericanas; en tal sentido la institución familia constituye el locus inicial de gestación de las alianzas de “notables”, transferido luego a otras instituciones públicas o prolongación publica del espacio privado (clubes de diverso tipo) y/o esencialmente públicas (partidos y sobretodo el Parlamento y el Poder Judicial).
PRECARIZACIÓN DEL EMPLEO
El trabajo sigue siendo precario en el Perú, especialmente para los jóvenes, por la concepción inhumana, de lo que el neoliberalismo considera como “capital humano”, así un reciente estudio de Trabajando.com Perú, reveló que entre las carreras más demandas por las empresas peruanas se encuentran Administración de Empresas, Contabilidad, Ingeniería Industrial, Ingeniería de Sistemas e Ingeniería Mecánica, manteniéndose la tendencia registrada en los últimos años. Accede a la lista completa AQUÍ
Según Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú, ello responde a que estas profesiones son “dinámicas y multifuncionales”, por lo que el empleador utiliza al personal contratado para realizar diversas acciones que no solo se circunscriben a su rama profesional.
Para entender mejor como los neoliberales entienden en trabajo, citemos a Inés Temple presidenta ejecutiva de LHH-DBM Perú: “lo primero es entender que todos somos proveedores de servicios y que las empresas que nos contratan son nuestros clientes por lo que es necesario saber “qué es lo que el cliente quiere, qué le podemos dar, a qué hora le podemos dar”. En ese sentido, recomendó tener claro la importancia de la “EMPLEABILIDAD” para desarrollar y afianzar nuestras capacidades.
De otro lado, Temple justificando la inestabilidad laboral, dijo que el nivel de rotación laboral que actualmente hay en el país es “sano” en la medida que las personas se mantienen vigentes y competitivas al igual que las empresas, que tienen que competir por atraer al mejor talento, -es decir- eso es lo único que garantiza “seguridad”, y un buen nivel de “EMPLEABILIDAD” en el mercado”, detalló en el programa “Portal Financiero”.
DESTRUCCIÓN DEL TEJIDO SOCIAL E INSTITUCIONAL
Tenemos  después de más de 20 años de neoliberalismo: instituciones de primera para el gran capital e instituciones de quinta para la gente. No hemos resuelto el malestar microeconómico que acompaña a la bonanza macroeconómica pero además tenemos que superar la miseria institucional que también prevalece, a partir del la Constitución de 1,993, que sigue destruyendo la democracia y el tejido social.
Éste panorama se agudiza cuando desde la centralización de los medios de comunicación, ahora el grupo “El Comercio” busca imponer en las mentes colectivas la aceptación resignada y conformista de ya no hay nada que hacer frente a la corrupción y la delincuencia, dinamitando el ánimo de los ciudadanos, para generar el terreno propicio para el hombre fuerte salvador, pero aventurero, autoritario y corrupto e impuesto desde el poder imperial para continuar con modelo neoliberal.
La virtud y el reto de la izquierda peruana del siglo XXI es: ¿Cómo lograr la unidad en medio de tanta diversidad? ¿Cómo lograr la unidad de la confluencia de fuerzas? ¿Podrá conquistar la gran victoria de lograr unirnos a todos, en un gran frente amplio?
Lo anterior significa abrirse no sólo en términos de su composición y liderazgo, sino de sus elementos de identidad política y programática para que responda a las aspiraciones de las izquierdas, de los progresistas y patriotas, desde la pluriculturalidad, la descentralización y lo multiétnico, y para que exprese la renovación de la política con principios éticos, desde las izquierdas y desde los movimientos y partidos regionales, desde abajo y con participación de ellos.
El Estado sigue siendo desbordado por la delincuencia y la corrupción, y la nueva sociedad nacional emergente necesita más que nunca la presencia de liderazgos éticamente creíbles, no de caudillos. Lo claro es que se hace necesario alternativas dentro de cambios estructurales y una nueva estructura del Estado.
RECUPERAR CIUDADANÍA
Ahora mas que nunca en el Perú, se necesita no sólo unidad política, sino también social que significa entender la unidad amplia de la Izquierda no solo con los socialistas y los comunistas, sino también como recuperación de ciudadanía, de aquél que lucha a su manera contra la depredación del medio ambiente, contra el calentamiento global; el que busca la justicia social, la igualdad en la educación, la salud, las pensiones, el que combate la delincuencia y la corrupción, y fundamentalmente el informal que sobrevive en la jungla neoliberal como mototaxista, taxista, vendedor ambulante, y empleos eventuales, el ama de casa, las rondas campesinas, el pequeño agricultor, etc.
Ello también significa concesiones en el seno de las distintas organizaciones, como evidencia que se ha superado el dogmatismo ideológico y programático, el sectarismo, el caudillismo y la línea economicista de muchas organizaciones de izquierda que se mantienen divididos desde los años 80, y que la ciudadanía rechaza en todos los procesos electorales.
Ha quedado demostrado que sólo crecimiento no garantiza desarrollo humano en pleno siglo XXI, sino un Estado bienestar que sepa redistribuir sobre la base de un Perú que es mas o menos homogéneamente capitalista, que tiene cero analfabetismo y calidad educativa, especialmente en nuestras universidades. Tenemos que recuperar la excelencia en la masa popular, no solamente en un grupo privilegiado.
Ubicarse en el centro mismo de las coincidencias de todos los grupos de Izquierda y lograr una auténtica política de frente único, es una tarea de primer orden, ello significa recuperar ciudadanía y garantizar un mejor futuro a la gente que hoy tiene en el Perú 25 años de edad y participación en la vida política nacional.
Solamente la tarea de reconstruir ciudadanía llevará a la izquierda en el Perú, comprender el significado de la participación entendida como más ciudadanos con conciencia de derechos, control, derechos humanos, y actuación en los espacios de opinión pública, menos corrupción e impunidad en los más altos niveles de gobierno.
Solamente en esta dirección el bloque social y popular, apuntará al cambio para enfrentar a una casta política desgastada y putrefacta, consumida a sí misma por la inmoralidad, construida a través de años de abuso, engaño y descaro. Tanto que los propios líderes tradicionales quieren mejorar su imagen prohibiendo la reelección al parlamento de sus congéneres a fin de evitar el merecido castigo de parte de los electores.



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