Assata, la que ama y lucha por su pueblo
Salvador Capote
La organización “Coalition to End Political Repression” (CER) [Coalición para poner fin a la represión política] convoca para el 2 de noviembre de 2013 a realizar protestas en 20 ciudades norteamericanas, que incluyen Chicago, Portland, Oakland y New York, en lo que llaman “National Day of Awareness” (Día Nacional de la Concientización). Por su parte, el “National Jericho Movement” (1) celebrará en esa fecha en Washington, DC., una jornada en favor de Assata Shakur, por la liberación de los presos políticos y en protesta por la política gubernamental de encarcelación masiva.
Joanne Chesimard cambió su nombre por el de Assata Olugbala Shakur para expresar su voluntad de identificarse con la tradición de lucha revolucionaria de los pueblos africanos. Assata significa “la que lucha”, Olugbala “amor por el pueblo” y Shakur “agradecida”.
Assata, figura importante del Black Liberation Army (BLA) a comienzos de la década del 70, fue uno de los primeros objetivos de las acciones ilegales y secretas del programa de contrainteligencia (COINTELPRO) del FBI, que buscaba la destrucción de los movimientos progresistas y la desacreditación y eliminación de sus dirigentes. El 2 de mayo de 1973, Assata Shakur, Sundiata Acoli, y Zayd Malik Shakur fueron atacados por fuerzas de la policía en una autopista de New Jersey. La emboscada condujo a la muerte de Zayd y a la captura, gravemente herida, de Assata. Sundiata logró escapar pero fue arrestado posteriormente y condenado a largos años de prisión. En el encuentro murió también un policía.
En su defensa ante el tribunal que la juzgaba, Assata declaró: “La idea del Black Liberation Army surgió de las condiciones en las comunidades negras: condiciones de pobreza, de viviendas indecentes, desempleo masivo, pobre atención médica, e inferior educación. La idea surgió porque el pueblo negro no es libre ni es igual en este país. Porque el noventa por ciento de los hombres y mujeres en las prisiones es negro y del Tercer Mundo. Porque niños de diez años de edad son asesinados a tiros en las calles. Porque la droga ha saturado a nuestras comunidades y aprovecha la desilusión y las frustraciones de nuestros niños. El concepto de BLA surgió debido a la opresión política, social y económica del pueblo negro en este país. Y donde hay opresión, habrá resistencia. El BLA es parte de ese movimiento de resistencia. El Black Liberation Army defiende la libertad y la justicia para todo el pueblo.”
Todas las pruebas forenses demostraron su inocencia. Se probó que Assata fue baleada por la espalda cuando tenía las manos en alto. No obstante, fue condenada a prisión perpetua más treinta y tres años. Golpeada, torturada, vejada, privada de asistencia médica, internada en prisiones de alta seguridad, sufrió largos períodos en confinamiento solitario. En 1979, después de seis años y medio en la cárcel, fue liberada por sus compañeros y pasó a la clandestinidad. En 1984 se supo que estaba en Cuba donde había recibido asilo político. La noticia de que Assata estaba fuera de peligro se recibió con alegría en todos los barrios negros de Estados Unidos.
El 2 de mayo de 2013, el FBI anunció que había situado a Assata Shakur en la lista de “los terroristas más buscados”. Por lo anacrónica y absurda, ningún analista fue capaz de predecir esta medida. Assata nunca fue terrorista y es ahora una abuela de 65 años de edad que ha vivido pacíficamente en Cuba durante los últimos treinta años.
Lo increíble es que Assata ha sido colocada en la lista donde el todopoderoso presidente de Estados Unidos escoge a los que habrán de ser asesinados a distancia con la maravilla tecnológica de los drones. ¿Drones contra Cuba? –Nuestra preocupación por Assata se empequeñecería frente a la angustia, mucho más grave, por toda la humanidad, que surgiría al constatar el grado de absoluta locura de la administración estadounidense.
No se descarta, por supuesto, que alguna de las organizaciones verdaderamente terroristas del sur de la Florida, que buscan siempre la impunidad para actuar; racistas intoxicados con teorías de supremacía blanca, nada raros en Estados Unidos; o mercenarios a la caza de recompensas, consideren –y con razón- que tienen luz verde de las autoridades norteamericanas para sus aventuras y provoquen lamentables incidentes al tratar de incursionar en Cuba.
Pero hay antecedentes. No fue este año sino en 2005 cuando el gobierno de Estados Unidos calificó como “terrorista doméstica” a Assata Shakur y en aquella ocasión aumentó la recompensa por su captura de 150 mil a 1 millón de dólares, es decir, casi la septuplicó; mientras que esta vez la duplicó (de 1 a 2 millones) y la incluyó en la lista de los más buscados. Pero si es absurda una movida como ésta en 2013, 40 años después del incidente de la autopista de New Jersey, también lo era en 2005 cuando habían transcurrido ya 32 años.
No obstante, el surrealismo de tortuosos procedimientos legales, de medidas administrativas descabelladas, no impide que los objetivos se inscriban en la permanente política agresiva contra Cuba y de represión contra los movimientos progresistas y revolucionarios dentro de Estados Unidos.
Para Eugene Puryear (2), la nominación de Assata como una de “las más buscadas terroristas” representa el deseo de venganza del Imperio, que no puede soportar que un rebelde pueda escapar, vivir fuera de su alcance, y continúe denunciando su larga historia de explotación y opresión. “Las recientes provocaciones forman parte de una campaña permanente de calumnias del gobierno de Estados Unidos para borrar su legado revolucionario.”
“El 1 de mayo de 2013 –señala Puryear- Estados Unidos rehusó sacar a Cuba de la lista de ‘estados patrocinadores del terrorismo’. Al siguiente día, convirtieron a Assata en ‘la más buscada terrorista’. Al proclamar que Cuba apoya al ‘terrorismo’ y protege a un ‘terrorista’, el gobierno crea un pretexto para continuar el bloqueo ilegal contra Cuba y privarla de su comercio”.
Al criminalizar a Assata –añade Puryear- el gobierno adelanta pasos en la criminalización del movimiento en apoyo de los prisioneros políticos en su conjunto, pues muchos de ellos fueron miembros del “Black Liberation Army”. “Los nuevos ataques contra Shakur están dirigidos a producir un efecto paralizador sobre aquellos que desean expresar su apoyo a los prisioneros políticos”.
Otro ángulo de los objetivos de estas provocaciones nos presenta Luis Martín-Cabrera (3) en el contexto de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Estas relaciones –dice- “podrían –y deberían- relajarse. Recientemente el gobierno cubano decidió cambiar su política migratoria y flexibilizar la salida y el movimiento de sus ciudadanos al extranjero. La pelota está pues en el campo de Estados Unidos que sigue restringiendo, ahora unilateralmente, los viajes a la isla”. […] “Por detrás de la decisión de situar a Assata Shakur en la lista de terroristas más buscados están algunos congresistas cubanoamericanos que no están dispuestos a tolerar ninguna concesión frente a la Revolución”.
El “National Network on Cuba” (4) recordó que esta conveniente pantalla de humo tiene lugar en un momento histórico en que la opinión pública mundial rechaza el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y demanda que la administración de Obama ponga fin a la injusticia y permita a los Cinco reunirse con sus familiares en Cuba.
Para el analista político Mychal Denzel Smith (5) no es necesario ser un militante revolucionario para ver que esta amenazante cacería humana es innecesaria y un abuso de poder. “ Pero debería recordarnos –añade- que la lucha de Shakur y sus compañeros no ha terminado. Somos necesarios todavía en el frente de combate”.
Assata Shakur, al mantenerse firme en su ideología, continúa siendo la valiente mujer negra estadounidense que ama y lucha por su pueblo. Por eso quieren destruirla, porque es un símbolo de resistencia.
NOTAS
(1) El movimiento Jericó fue fundado el 27 de marzo de 1998 con el fin de lograr la aministía y la libertad de todos los presos políticos en Estados Unidos.
(2) Eugene Puryear: “Assata Shakur: Understanding the politics behind the FBI’s new attack”, Liberation, May 4, 2013.
(3) Luis Martín-Cabrera: “Assata Shakur, rehén del odio racista de la Gestapo imperial”, Contrainjerencia, Mayo 13, 2013.
(4) National Network on Cuba: “National Network on Cuba condemns U.S. ‘terrorist’ bounty on Assata Shakur”, Workers World, May 20, 2013.
(5) Mychal Denzel Smith: “Assata Shakur is not a terrorist”, The Nation, May 7, 2013.
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