PROPUESTA
1. La tendencia en América Latina, en términos generales, sigue siendo favorable a las fuerzas del cambio. Pero existen dificultades, incluso amenaza de reversión. La crisis financiera, económica, energética, alimentaria y ambiental, de conjunto o por separado tienen una particular incidencia en este proceso. El Perú no es ajeno a estos problemas.
2. El modelo neoliberal está agotado. El corazón del capitalismo global –EE.UU.- está gravemente enfermo. La deuda pública de Estados Unidos ya asciende al 100% de su PBI. Igual ocurre en Europa. Los capitalistas están alarmados; es que el derrumbe de Grecia puede arrastrar a otros países como España, Irlanda, Portugal y comprometer muy seriamente la estabilidad económica y política de las principales potencias de la Unión Europea. Las conocidas recetas del FMI, el Banco Mundial y el Banco Central Europeo como son: reducción de sueldos y pensiones, despidos masivos de empleados públicos, remate de empresas estatales y desregulación de los mercados para atraer inversiones han surtido los mismos efectos padecidos por varios países de América Latina, como el Perú. El proyecto económico es el mismo: el neoliberalismo y sus “programas de ajuste”. Los actores principales son los mismos: el FMI y los “perros guardianes del imperialismo a escala global”. Los ganadores son los mismos: el capital concentrado y, muy especialmente la banca y las finanzas. Los perdedores son también los mismos: los asalariados, los trabajadores y los sectores populares. Las luchas que libran los trabajadores de Grecia, España, Inglaterra es la respuesta a las políticas neoliberales que se aplican en sus países, cuyas consecuencias recaen en el pueblo. Son las consecuencias, el resultado de la crisis generada por el capitalismo rapaz y usurero.
El tan propagandizado modelo chileno que viene desde Pinochet y parcialmente modificado en 1990 con el retorno de la democracia, está en crisis; revela signos de agotamiento. El país del sur es uno de los más desiguales de América Latina; hay sectores populares poco beneficiados por el modelo. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la productividad en Chile viene disminuyendo durante cinco años consecutivos. Los beneficios de las reformas económicas del régimen de Pinochet - que privilegiaron industrias de exportación basadas en los recursos naturales – han bajado sensiblemente. El modelo chileno abrió el camino a una gran acumulación capitalista acompañada por un debilitamiento del mercado interno. En síntesis, el modelo chileno está en crisis. La privatización y municipalización de la educación ha fracasado. Los estudiantes chilenos están luchando en las calles, para exigir cambios de esa política educativa neoliberal.
3. En el Perú, el modelo neoliberal ha profundizado los problemas estructurales del país. Como consecuencia del carácter desnacionalizador, concentrador de la riqueza, su naturaleza primario – exportadora, excluyente, autoritario y corrupto que caracteriza a los gobiernos neoliberales, se ha producido una polarización singular que hay necesidad de examinar en todas sus implicancias estratégicas y tácticas. Se trata de la polarización entre continuismo, al que se adhieren los sectores de la derecha y el centro. Por otro lado, quienes postulan cambios de fondo opuestos a aquél. Cambio o continuismo; esa es la polarización a la que hay que aferrarnos y definir la naturaleza de las alianzas y las tareas a resolver a lo largo de este período.
4. La lucha está planteada en términos estratégicos y no únicamente coyunturales. Esto lo entiende bien la derecha y el imperialismo y en ese sentido orienta su accionar político. Su objetivo es consolidar por todos los medios a su alcance su proyecto neoliberal. Eso explica su táctica política post electoral.
5. El cambio significa una opción opuesta y alternativa al proyecto neoliberal. No sólo se trata de alcanzar un gobierno con rostro nuevo y popular, sino capaz de hacer cambios fundamentales y de incorporar al pueblo como factor activo a ese proceso. El triunfo electoral de Ollanta Humala es importante y significativo, pero ahora viene lo más difícil que es gobernar el país, tras el fracaso de varios modelos económicos y regímenes políticos a lo largo de 190 años de vida republicana. Los problemas del Perú son estructurales y su solución exige cambios de fondo.
6. Los retos del gobierno que encabezará Ollanta Humala son inmensos. Tiene que honrar la voluntad de cambio que expresó el pueblo con su voto. Los compromisos electorales tienen que ser cumplidos necesariamente. Pero la tarea es compleja. La ultraderecha y los grupos de poder económico extranjeros y nacionales no están dispuestos a perder sus privilegios de que gozan, ni hacer ninguna concesión. Esto lo observamos a diario. La presión política y mediática es enorme a través de importantes medios de comunicación que están a su servicio. La derecha busca reabsorber o neutralizar al nuevo gobierno; si no lo logra recurrirá a la confrontación.
7. El escenario político es complejo, que exige examinarlo en todos sus aspectos y con la mayor objetividad posible, a fin de evitar, por un lado, triunfalismos fáciles, frecuentes cuando se alcanza éxitos, aunque estos fueran parciales; pero también, de otro lado, actitudes pesimistas que confunden lo deseable con la realidad y pierden de vista potencialidades en desarrollo,
8. Pese a la victoria electoral de Gana Perú, la correlación de fuerzas sigue siendo favorable a la derecha neoliberal, aunque cada vez más debilitada. Se abre un nuevo escenario político, pero las perspectivas no están del todo claras ni definidas. Las fuerzas políticas están en movimiento y en redefinición. Así como es posible que se produzcan avances importantes, existe también el riesgo de retrocesos. El nuevo gobierno se desenvolverá en un terreno movedizo, con una correlación de fuerzas insuficiente para realizar los cambios que se necesitan en el Perú. Se trata de expectativas de un amplio sector del pueblo, aún no articulado, ni organizado, ni claro en el rumbo a seguir. Desde fuera, la derecha intolerante y conservadora, seguirá presionando; desde dentro, los sectores liberales y neoliberales también harán lo propio para “cambiar algo para que nada cambie” o cambie poco.
9. No queremos que el lema “crecimiento con inclusión social” corra el riesgo de convertirse en una nueva versión asistencialista en lugar de un proyecto transformador de la economía, del Estado y la sociedad. Nuestra tarea es apoyar y ayudar a romper el cerco para que el gobierno avance y siente las bases de un verdadero cambio económico, político y social. Para ello es indispensable un contrapeso que sólo puede venir del pueblo organizado y unido, dispuesto a defender los aspectos positivos de la propuesta electoral de gana Perú, recuperar la propuesta de los “diez puntos” y avanzar a las ideas centrales del plan de gobierno inicial, unido en la diversidad de sus componentes en la lucha común contra el neoliberalismo.
10. Desde el lado del pueblo que pide cambio, tenemos un reto que no espera postergación ni tolera evasivas. Todos los peruanos comprometidos con el futuro de nuestra patria tenemos la obligación política y moral de construir ahora la más amplia y consistente unidad para avanzar hacia logros mayores con norte estratégico, a la vez que para constituir una amplia base social de respaldo y apoyo a las medidas de cambio que necesariamente debe hacer el gobierno encabezado por Ollanta Humala, así como para garantizar el cumplimiento de los compromisos electorales. La construcción de esa unidad es indispensable. Hay que superar prejuicios, percepciones estrechas y sectarias, desconfianzas acumuladas a lo largo del tiempo. Esta unidad debe incorporar a las fuerzas políticas de izquierda, nacionalistas, progresistas y democráticos, así como al movimiento social y cultural así como la participación de hombres y mujeres de izquierda, nacionalistas y progresistas sin pertenencia partidaria. La participación de la juventud es vital para el proyecto. De allí la urgencia de asumir un claro compromiso acerca de cómo y en qué condiciones forjarla, de definir una plataforma básica para nuestra Región, así como encontrar los métodos adecuados, trabajando con respeto y confianza recíprocos. ¡Que la estrechez de miras no permita, una vez más, perder una oportunidad extraordinaria para abrir un nuevo rumbo para el país y para el pueblo peruano!.
11. La unidad que propugnamos no excluye la diversidad, ni es excluyente por principio, sino incluyente; pero sí afirma, priorizando lo que confluye, lo que une y suma.
12. El oposicionismo como razón de ser no lleva lejos; es necesario ser alternativa de cambio. Esto obliga a poner atención a la preparación intelectual, teórica, organizativa y de dirección de los integrantes del bloque a construir. Hay que dejar atrás la improvisación y prepararse para gobernar en base a un proyecto de alcance estratégico. Debe ser la unidad de la inteligencia, de la honestidad y la transparencia, en base al proyecto transformador.
13. Convencidos de esta necesidad, el colectivo Fuerzas del Pueblo por el Cambio hará esfuerzos para construir la unidad del pueblo en nuestra región. Somos un colectivo cuyo espacio es abierto e integrador. Propugnaremos la construcción de la unidad desde abajo, en las provincias y distritos de nuestra región. Debemos impulsar la unidad de los sectores populares dispersos. Se trata de un proyecto en torno al cual debemos sumar fuerzas. Ello implica una plataforma, un mensaje claro y unificado, una consigna optimista y de victoria y liderazgos nuevos. NO se trata de la disputa por cupos, de amarga experiencia. Con Mariatégui sostenemos: “que los mejores prevalezcan, porque saben ser mejores.
14. Debemos trabajar por una Convención de carácter organizativo y programático para avanzar en la consolidación de la unidad.
Región La Libertad-Trujillo-Perú, 16 de Julio del 2011
¡CONSTRUYAMOS LA UNIDAD CON PASIÓN, CON OPTIMISMO, CON MODESTIA, CON LA CERTEZA DE QUE ES POSIBLE, PORQUE UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE!
1. La tendencia en América Latina, en términos generales, sigue siendo favorable a las fuerzas del cambio. Pero existen dificultades, incluso amenaza de reversión. La crisis financiera, económica, energética, alimentaria y ambiental, de conjunto o por separado tienen una particular incidencia en este proceso. El Perú no es ajeno a estos problemas.
2. El modelo neoliberal está agotado. El corazón del capitalismo global –EE.UU.- está gravemente enfermo. La deuda pública de Estados Unidos ya asciende al 100% de su PBI. Igual ocurre en Europa. Los capitalistas están alarmados; es que el derrumbe de Grecia puede arrastrar a otros países como España, Irlanda, Portugal y comprometer muy seriamente la estabilidad económica y política de las principales potencias de la Unión Europea. Las conocidas recetas del FMI, el Banco Mundial y el Banco Central Europeo como son: reducción de sueldos y pensiones, despidos masivos de empleados públicos, remate de empresas estatales y desregulación de los mercados para atraer inversiones han surtido los mismos efectos padecidos por varios países de América Latina, como el Perú. El proyecto económico es el mismo: el neoliberalismo y sus “programas de ajuste”. Los actores principales son los mismos: el FMI y los “perros guardianes del imperialismo a escala global”. Los ganadores son los mismos: el capital concentrado y, muy especialmente la banca y las finanzas. Los perdedores son también los mismos: los asalariados, los trabajadores y los sectores populares. Las luchas que libran los trabajadores de Grecia, España, Inglaterra es la respuesta a las políticas neoliberales que se aplican en sus países, cuyas consecuencias recaen en el pueblo. Son las consecuencias, el resultado de la crisis generada por el capitalismo rapaz y usurero.
El tan propagandizado modelo chileno que viene desde Pinochet y parcialmente modificado en 1990 con el retorno de la democracia, está en crisis; revela signos de agotamiento. El país del sur es uno de los más desiguales de América Latina; hay sectores populares poco beneficiados por el modelo. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la productividad en Chile viene disminuyendo durante cinco años consecutivos. Los beneficios de las reformas económicas del régimen de Pinochet - que privilegiaron industrias de exportación basadas en los recursos naturales – han bajado sensiblemente. El modelo chileno abrió el camino a una gran acumulación capitalista acompañada por un debilitamiento del mercado interno. En síntesis, el modelo chileno está en crisis. La privatización y municipalización de la educación ha fracasado. Los estudiantes chilenos están luchando en las calles, para exigir cambios de esa política educativa neoliberal.
3. En el Perú, el modelo neoliberal ha profundizado los problemas estructurales del país. Como consecuencia del carácter desnacionalizador, concentrador de la riqueza, su naturaleza primario – exportadora, excluyente, autoritario y corrupto que caracteriza a los gobiernos neoliberales, se ha producido una polarización singular que hay necesidad de examinar en todas sus implicancias estratégicas y tácticas. Se trata de la polarización entre continuismo, al que se adhieren los sectores de la derecha y el centro. Por otro lado, quienes postulan cambios de fondo opuestos a aquél. Cambio o continuismo; esa es la polarización a la que hay que aferrarnos y definir la naturaleza de las alianzas y las tareas a resolver a lo largo de este período.
4. La lucha está planteada en términos estratégicos y no únicamente coyunturales. Esto lo entiende bien la derecha y el imperialismo y en ese sentido orienta su accionar político. Su objetivo es consolidar por todos los medios a su alcance su proyecto neoliberal. Eso explica su táctica política post electoral.
5. El cambio significa una opción opuesta y alternativa al proyecto neoliberal. No sólo se trata de alcanzar un gobierno con rostro nuevo y popular, sino capaz de hacer cambios fundamentales y de incorporar al pueblo como factor activo a ese proceso. El triunfo electoral de Ollanta Humala es importante y significativo, pero ahora viene lo más difícil que es gobernar el país, tras el fracaso de varios modelos económicos y regímenes políticos a lo largo de 190 años de vida republicana. Los problemas del Perú son estructurales y su solución exige cambios de fondo.
6. Los retos del gobierno que encabezará Ollanta Humala son inmensos. Tiene que honrar la voluntad de cambio que expresó el pueblo con su voto. Los compromisos electorales tienen que ser cumplidos necesariamente. Pero la tarea es compleja. La ultraderecha y los grupos de poder económico extranjeros y nacionales no están dispuestos a perder sus privilegios de que gozan, ni hacer ninguna concesión. Esto lo observamos a diario. La presión política y mediática es enorme a través de importantes medios de comunicación que están a su servicio. La derecha busca reabsorber o neutralizar al nuevo gobierno; si no lo logra recurrirá a la confrontación.
7. El escenario político es complejo, que exige examinarlo en todos sus aspectos y con la mayor objetividad posible, a fin de evitar, por un lado, triunfalismos fáciles, frecuentes cuando se alcanza éxitos, aunque estos fueran parciales; pero también, de otro lado, actitudes pesimistas que confunden lo deseable con la realidad y pierden de vista potencialidades en desarrollo,
8. Pese a la victoria electoral de Gana Perú, la correlación de fuerzas sigue siendo favorable a la derecha neoliberal, aunque cada vez más debilitada. Se abre un nuevo escenario político, pero las perspectivas no están del todo claras ni definidas. Las fuerzas políticas están en movimiento y en redefinición. Así como es posible que se produzcan avances importantes, existe también el riesgo de retrocesos. El nuevo gobierno se desenvolverá en un terreno movedizo, con una correlación de fuerzas insuficiente para realizar los cambios que se necesitan en el Perú. Se trata de expectativas de un amplio sector del pueblo, aún no articulado, ni organizado, ni claro en el rumbo a seguir. Desde fuera, la derecha intolerante y conservadora, seguirá presionando; desde dentro, los sectores liberales y neoliberales también harán lo propio para “cambiar algo para que nada cambie” o cambie poco.
9. No queremos que el lema “crecimiento con inclusión social” corra el riesgo de convertirse en una nueva versión asistencialista en lugar de un proyecto transformador de la economía, del Estado y la sociedad. Nuestra tarea es apoyar y ayudar a romper el cerco para que el gobierno avance y siente las bases de un verdadero cambio económico, político y social. Para ello es indispensable un contrapeso que sólo puede venir del pueblo organizado y unido, dispuesto a defender los aspectos positivos de la propuesta electoral de gana Perú, recuperar la propuesta de los “diez puntos” y avanzar a las ideas centrales del plan de gobierno inicial, unido en la diversidad de sus componentes en la lucha común contra el neoliberalismo.
10. Desde el lado del pueblo que pide cambio, tenemos un reto que no espera postergación ni tolera evasivas. Todos los peruanos comprometidos con el futuro de nuestra patria tenemos la obligación política y moral de construir ahora la más amplia y consistente unidad para avanzar hacia logros mayores con norte estratégico, a la vez que para constituir una amplia base social de respaldo y apoyo a las medidas de cambio que necesariamente debe hacer el gobierno encabezado por Ollanta Humala, así como para garantizar el cumplimiento de los compromisos electorales. La construcción de esa unidad es indispensable. Hay que superar prejuicios, percepciones estrechas y sectarias, desconfianzas acumuladas a lo largo del tiempo. Esta unidad debe incorporar a las fuerzas políticas de izquierda, nacionalistas, progresistas y democráticos, así como al movimiento social y cultural así como la participación de hombres y mujeres de izquierda, nacionalistas y progresistas sin pertenencia partidaria. La participación de la juventud es vital para el proyecto. De allí la urgencia de asumir un claro compromiso acerca de cómo y en qué condiciones forjarla, de definir una plataforma básica para nuestra Región, así como encontrar los métodos adecuados, trabajando con respeto y confianza recíprocos. ¡Que la estrechez de miras no permita, una vez más, perder una oportunidad extraordinaria para abrir un nuevo rumbo para el país y para el pueblo peruano!.
11. La unidad que propugnamos no excluye la diversidad, ni es excluyente por principio, sino incluyente; pero sí afirma, priorizando lo que confluye, lo que une y suma.
12. El oposicionismo como razón de ser no lleva lejos; es necesario ser alternativa de cambio. Esto obliga a poner atención a la preparación intelectual, teórica, organizativa y de dirección de los integrantes del bloque a construir. Hay que dejar atrás la improvisación y prepararse para gobernar en base a un proyecto de alcance estratégico. Debe ser la unidad de la inteligencia, de la honestidad y la transparencia, en base al proyecto transformador.
13. Convencidos de esta necesidad, el colectivo Fuerzas del Pueblo por el Cambio hará esfuerzos para construir la unidad del pueblo en nuestra región. Somos un colectivo cuyo espacio es abierto e integrador. Propugnaremos la construcción de la unidad desde abajo, en las provincias y distritos de nuestra región. Debemos impulsar la unidad de los sectores populares dispersos. Se trata de un proyecto en torno al cual debemos sumar fuerzas. Ello implica una plataforma, un mensaje claro y unificado, una consigna optimista y de victoria y liderazgos nuevos. NO se trata de la disputa por cupos, de amarga experiencia. Con Mariatégui sostenemos: “que los mejores prevalezcan, porque saben ser mejores.
14. Debemos trabajar por una Convención de carácter organizativo y programático para avanzar en la consolidación de la unidad.
Región La Libertad-Trujillo-Perú, 16 de Julio del 2011
¡CONSTRUYAMOS LA UNIDAD CON PASIÓN, CON OPTIMISMO, CON MODESTIA, CON LA CERTEZA DE QUE ES POSIBLE, PORQUE UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE!
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