Por: Ubaldo Tejada
Guerrero.
Analista Global
Mientras
el Ministro de Economía y Finanzas Alonso Segura es catalogado como el
“Ministro de Finanzas para las Américas 2,016”, según los monitores de las
potestades de éste siglo (OMC, OCDE, BM y FMI) por la “seriedad y consistencia
de las políticas económicas y fiscales” y muy especialmente por implantar la
reforma educativa (inicial a universidades), la reforma del servicio civil
(privatización a través de la meritocracia) y por la “estrategia nacional de
inclusión financiera” al modelo neoliberal mundial; los peruanos comienzan a
sufrir los efectos del enfriamiento económico mundial global, con la caída de
la bolsa China y su efecto mundial en la microeconomía peruana (alza del precio
del dólar, inflación de 4.4%, mayor costo de la canasta básica familiar, sueldo
mínimo por debajo de todos los países de Sudamérica ($220 dólares).
La
inscripción de listas parlamentarias cierran el curso electoral con 19
candidatos a la Presidencia del Perú (Inscripción de Gregorio Santos Guerrero
fue objetado por no haber renunciado al MAS antes de ser candidato por
DEMOCRACIA DIRECTA).
Lo
mismo tenemos 2,600 candidatos al Congreso, sólo han hecho ratificar la crisis
política, que abre el gran debate de ir diseñando la salida de un nuevo curso,
que es necesario ir desarrollando conforme se vayan agudizando las contradicciones
del proceso electoral 2,016, donde hasta el padre del Presidente Ollanta es
candidato.
¿COMO SE MANIFIESTA LA CRISIS POLÍTICA?
En
primer
lugar, crisis del modelo neoliberal al imponer alcances casi infinitos
de los efectos que trae la aplicación pragmática de la política, que ha
cambiado el sentido del servicio social de hacer política, para mover todo el
escenario: sujeto (de liderazgo a caudillos), objeto (organizaciones políticas
a “clubes políticos”) y la tabla de valores (de la ética-política al
“transfuguismo).
En
segundo
lugar, crisis de la democracia representativa, entendida como el
colapso del cambio de la confianza en los líderes por la de los caudillos, que
es al fin la crisis de las instituciones del Estado nación.
El
objetivo es aplicar sin oposición la aplicación del modelo a través de
gobiernos sumisos y anárquicos al servicio de las potestades mundiales hacia
fuera, pero garantizar recesión, desempleo, subdesarrollo agudo, subcultura,
adormecimiento educativo e ingresos bajos (miseria e ignorancia), y corrupción
colectiva de las mentes.
Lo
cierto es que desde los 80´los ciudadanos en el Perú hasta el año 2,016, vienen
experimentando nuevas formas de hacer las cosas, donde lo que era el centro
experimental del poder: la democracia representativa ha comenzado a agotarse
republicanamente, para ir sustituyendo los procedimientos parlamentarios por
formas de democracia directa, de la cual el Perú es un bastión.
En
tercer
lugar, crisis del poder y la política porque para actuar se necesita
poder (capacidad de hacer las cosas); y se necesita política (capacidad de
decidir que debe hacerse). El modelo neoliberal ha roto la conjunción entre
poder-política, que estaba en manos de las instituciones del Estado-Nación,
donde el poder se ha globalizado, pero las políticas siguen siendo desde el
MEF, BCR y SUNAT un real gobierno al servicio del modelo global transnacional.
Existe
un vacío de norte para el ciudadano, existiendo la incertidumbre de que no se
sabe que puede reemplazar a esto, por ello surge un nuevo curso de la
construcción de una nueva arquitectura política hacia una democracia real y una
ciudadanía plena, cuya profecía sea lanzar una nueva visión de Perú en el marco
de la globalización.
En
cuarto
lugar, crisis de liderazgo, desde Mariátegui, Haya, Basadre, Víctor
Andrés Belaunde y otros insignes peruanos, se caracterizaron por generar
liderazgos consistentes con ideología, doctrina, programas y con capacidades
para el debate de ideas. El líder se mueve fundamentalmente en comunidad, para
hacer diálogo real entendido como la capacidad de ejercicio de una ciudadanía
plena con personas que no piensan igual que nosotros.
En
el Perú los “indignados” jóvenes han sabido despejar el terreno, pero no
plantean la salida sobre una “roca sólida”, por que carecen de liderazgos
políticos, que no producen permanencia y unidad para acciones prácticas, sino
coyunturales.
Hoy
la de moda de las redes sociales, tienen las características de pertenecer sólo
a una persona, creando espacios “muy personales” a diferencia del liderazgo que
es un trabajo en comunidad que requieren ciertas habilidades sociales que se
desarrollan en contacto pleno con la ciudadanía y que obliga a interactuar,
involucrarnos para enfrentarnos a dificultades para tomar decisiones políticas
vitales.
Debemos
advertir que las redes sociales no enseñan a dialogar, sencillamente porque
evitan la controversia y la lucha de ideas. Las redes sociales es un buen
pasatiempo, pero es peligroso para desarrollar un sano ejercicio de la política
en una aldea global.
En
quinto
lugar, crisis de representación política que se manifiesta en aspectos
vitales de la democracia y la ciudadanía, como reemplazar las elecciones
internas desde y con la ciudanía, para reemplazarla por la cooptación de
individualidades, que no tienen en cuenta el vínculo entre política y ética,
permitiendo que una tecnocracia administre el gobierno como empresa, como
hacedores de políticas de organismos internacionales globalizados. Esto sigue
sin alternativa política.
En
las elecciones 2,016 el Perú, el manejo global internacional neoliberal, está
conduciendo a que el Gobierno y el Congreso podría estar en manos de ciudadanos
que no le deben lealtad a ninguna ideología, doctrina o programa de gobierno,
ni a ningún partido, por ello los resultados de “partidos combi” son
colectividades integradas por “tránsfugas golondrinos”, con los cuales es
imposible concertar acuerdos nacionales y lo que es peor construir alternativas
globales.
Una
conclusión de éste primer análisis, es que en ésta crisis política en el Perú;
de 21 millones de electores, 10 millones no están interesados en política, 5
millones y medio rechazan la política, cuyos rasgos centrales de la PEA son
jóvenes informales que desde los años 90´ siguen buscando presencia en el
Estado, el “mal menor”, el “outsider” mesiánico salvador que no toque el
sistema.
El
10 de abril del 2,0016 será un episodio más de ésta crisis política en el Perú,
que indudablemente rebasa el proceso electoral 2,016, con cuidadores de
indicadores macroeconómicos (RIN, precio del dólar, UIT, balanza fiscal,
comodies, pero de espaldas a la microeconomía (precio de la canasta familiar,
el salario mínimo vital, empleo decente, educación y salud pública, etc) que
sigue agobiando a las familias peruanas desde 1,990, que no viven, sino
sobreviven. Seguiremos analizando, los resultados dentro de la crisis
universitaria, hoy manejada desde el Estado (SINEDU) en contraposición a la
autonomía universitaria.
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