Lean esto:
JOHANNESBURGO (Reuters) - El productor británico de platino Lonmin teme que despedir a 3.000 trabajadores que se encuentran en huelga en minas sudafricanas pueda conducir a más violencia, después de que 34 mineros murieran en enfrentamientos la semana pasada, en escenas que hicieron recordar el 'apartheid'.
Los mineros se enfrentaban el martes a una fecha límite para volver a sus puestos de trabajo, pero la mayoría de los huelguistas no regresó a sus labores argumentando que han sacrificado demasiado para volver.
Helicópteros de la policía sobrevolaban la mina Marikana de Lonmin, ubicada unos 100 kilómetros al noroeste de Johannesburgo, mientras agentes fuertemente armados patrullaban la propiedad.
Lonmin, el tercer mayor productor de platino del mundo, dijo que alrededor de un tercio de sus 28.000 trabajadores de la mina Marikana ha vuelto al trabajo, una cifra que según la compañía no basta para extraer el mineral.
Una multitud de trabajadores, custodiados de cerca por la policía, se reunió en los alrededores del lugar donde murieron sus compañeros, haciendo caso omiso de la amenaza de la compañía sobre posibles despidos.
"Trabajar bajo tierra es como hacer fuego en una habitación y cerrar todas las ventanas y puertas", dijo Isaac, un operador de perforación de roca.
Lonmin dijo que alrededor del 20 por ciento de los operadores de perforación de roca, como Isaac, han vuelto a su puesto.
"No va a ayudar a nadie si Lonmin sale y despide a un montón de gente por no ir a trabajar hoy (martes). Esto nos ha hecho retroceder de manera significativa en términos de violencia, en términos de creación de confianza", dijo Mark Munroe, vicepresidente ejecutivo de Lonmin, a una radio local.
Hace sólo unos meses, un grupo de trabajadores inició unos disturbios con víctimas mortales luego de que otra empresa minera de platino despidiera a parte de su personal debido a una huelga considerada ilegal por las autoridades.
Tres trabajadores murieron en febrero cuando Impala Platinum, el segundo mayor productor de platino del mundo, despidió a 17.200 trabajadores que estuvieron en huelga durante seis semanas.
El martes, varios parlamentarios celebraron una misa para recordar a los que murieron después de que la policía abriera fuego contra la multitud en Marikana, en el peor ataque realizado por las fuerzas de seguridad desde el fin del 'apartheid' en 1994.
Para los inversores, la tragedia de Lonmin es un recordatorio incómodo de que las apuestas en Sudáfrica incluyen algunos riesgos considerables, y podría llevarles a exigir mayores descuentos antes de poner dinero en activos locales.