POR: UBALDO TEJADA GUE RRERO – Analista Global – elpensionista46@yahoo.com
“Después de más de 16 años de aplicación sistemática y casi sin resistencia del neoliberalismo en el Perú, y de la instalación de sucesivos gobiernos neoliberales a partir del 5 de abril de 1992 hasta el 2009, el balance no es optimista para el pueblo peruano, aun cuando parecen triunfalistas los neoliberales criollos…” (¿Hacia donde va el Perú? – Ubaldo Tejada Guerrero – Noticias Trujillo).
El 10 de abril debe cerrarse la coyuntura electoral, que hace necesario un balance en la perspectiva de ir dibujando el mapa político peruano 2011, e ir visionando sus perspectivas en el siglo XXI.
Después de la derrota de los partidos nacionales de la derecha en la elecciones regionales y municipales de Octubre 2010, el proceso político iba definiendo un perfil de confrontación entre un modelo de capitalismo salvaje de potestades imperiales (EE.UU.), cuya versión criolla tiene en su baraja varias cartas (AlejandroToledo, Keiko Fujimori, Luis Castañeda y Pedro Pablo Kuczynski “PPK”).
Las barajas del imperio, necesitan jugarse muy cuidadosamente, no descartándose la posibilidad de utilizar finalmente la carta segura, la un ciudadano norteamericano como PPK, que “perdió la ciudadanía peruana el año 1982 al nacionalizarse norteamericano cuando estaba vigente la Constitución de 1979. La Constitución del 79 no permitía a los peruanos la doble nacionalidad ilimitada o irrestricta con cualquier país, salvo la española y la de cualquier país latinoamericano”.
La Constitución de 1979, en sus numerales 92° y 94°, establecía la pérdida de la peruana por escoger otra y también regulaba la recuperación de la misma, mediante un trámite.
El DNI de Kuczynski también es fraudulento y nulo al no haber iniciado el trámite de recuperación de la nacionalidad peruana. “Por eso no puede ni debe considerársele peruano, por no haber recuperado lo que perdió.
Si renunciaría a la ciudadanía norteamericana quedaría como apátrida, porque de acuerdo a ley no ha recuperado la peruana. Ni la Constitución Política de 1993 ni la Ley 26574, establecen la recuperación automática de la nacionalidad peruana”.
http://www.prensaescrita.com/adiario.php?codigo=PER&pagina=http://www.diariolaprimeraperu.com
En el campo popular, la estrategia del poder imperial ha dividido la campaña electoral, por obra de técnicas estadísticas (encuestas), no científicas; en candidatos grandes que tapándose la nariz aceptan en su grupo a Ollanta Humala, y candidatos chicos dentro de los cuales destaca José Ñique de la Puente cuya trayectoria política sigue siendo impecable. Lo que buscan es enfrentar a Humala en segunda vuelta, en un proceso fraudulento, porque según ellos es un seguro derrotado.
El problema de fondo es que “La fuerza de la derecha política y económica, hegemónica casi siempre desde los orígenes de la República fundada en 1821, si exceptuamos el gobierno de Velasco Alvarado, antes que en sus virtudes se cimentó siempre en el atraso cultural, en la exclusión, la división, la confusión o la represión de la inmensa mayoría de peruanos, así como en la ausencia de una alternativa que represente sus reales intereses. No es invencible ni le asiste la verdad. Un Perú nuevo, independiente, soberano, democrático, próspero y desarrollado, con justicia social, moralmente regenerado, es posible. Atrevámonos a conquistarlo.”
http://www.patriaroja.org.pe/index.php?option=com_weblinks&view=category&id=61&Itemid=79
El espacio hasta el 10 de abril es corto, pero las perspectivas hacia adelante son óptimas, si lo miramos dentro de un proceso de construcción y refundación de la política desde los movimientos y partidos regionales. Tampoco debemos olvidar el viaje relámpago de Obama a Brasil (Lula), Chile (perdón por lo de Allende) y El Salvador (Escuela de Contrainsurgencia), amen de la invasión a Libia con sus clásicos socios: Inglaterra y Francia, que viven del y para el petróleo.
Finalmente no olvidar que las reservas energéticas y de biodiversidad son vitales para los amantes del dinero, por ello “los difíciles momentos que atraviesa ahora el Perú hacen presagiar que no habrá por un buen tiempo una política amazónica revolucionaria impulsada desde el poder. La responsabilidad presente de los trabajadores es por ello aún mayor. Porque de ellos depende el futuro socialista o esclavizado de la amazonía” (“Amazonía y Capitalismo”-Editorial Horizonte-1976-Lima-Perú).
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