POR: LUIS HIDALGO S.
Cada vez se confirma más que el crecimiento económico sostenido del país en la última década ha contribuido a mejorar el ingreso familiar y ha hecho que se incremente la participación relativa de los niveles socioeconómicos (NSE) A, B y C y se reduzca la de los NSE D y E.
Sin embargo, solo dos de cada 100 familias en el Perú gozan de un ingreso familiar superior a los S/. 3,000.
Y si bien el número se ha duplicado, de una que era en el 2004, la concentración es evidente.
Así lo muestran los gráficos adjuntos que elaboró Macroconsult para evaluar la correlación entre los resultados de la primera vuelta electoral presidencial y los indicadores de naturaleza socioeconómica recogidos a nivel de distrito (ver análisis de Elmer Cuba en la página 30).
También se ratifica que el número de hogares con niveles de ingreso de pobres y pobres extremos sigue alto.
A nivel nacional hubo un avance importante (152.5% entre el 2004 y 2009) en el número de familias que perciben un ingreso promedio mensual superior a los S/. 1,000, con lo cual la participación de este sector en el total de hogares pasó de 7 a 14 por cada 100 hogares, pero son muchos todavía los hogares que tienen ingresos de subsistencia.
De otro lado, persisten las brechas entre lo urbano y rural. Mientras en Lima Metropolitana se ha reducido notoriamente el número de hogares pobres y pobres extremos a 302 mil familias en el 2009, en la zona rural llegan a más de 1.243 millones.
También se puede apreciar que la mayor cantidad de familias con ingresos superiores a los S/. 3,000 mensuales se concentra en el sector urbano (98% en el 2009), particularmente en Lima Metropolitana (73%), mientras que solo 2 mil hogares del sector rural tienen ese privilegio.
Estas cifras no hacen sino ratificar que, aun con los avances logrados, la desigualdad social sigue siendo el problema mayor a resolver.
Solo 14 de cada 100 hogares tienen ingresos mayores de S/. 1,000
Si bien en los últimos años hubo una mejora relativa en los niveles de ingreso de las familias peruanas que están en la pobreza, el número de estas es todavía elevado.
Cada vez se confirma más que el crecimiento económico sostenido del país en la última década ha contribuido a mejorar el ingreso familiar y ha hecho que se incremente la participación relativa de los niveles socioeconómicos (NSE) A, B y C y se reduzca la de los NSE D y E.
Sin embargo, solo dos de cada 100 familias en el Perú gozan de un ingreso familiar superior a los S/. 3,000.
Y si bien el número se ha duplicado, de una que era en el 2004, la concentración es evidente.
Así lo muestran los gráficos adjuntos que elaboró Macroconsult para evaluar la correlación entre los resultados de la primera vuelta electoral presidencial y los indicadores de naturaleza socioeconómica recogidos a nivel de distrito (ver análisis de Elmer Cuba en la página 30).
También se ratifica que el número de hogares con niveles de ingreso de pobres y pobres extremos sigue alto.
A nivel nacional hubo un avance importante (152.5% entre el 2004 y 2009) en el número de familias que perciben un ingreso promedio mensual superior a los S/. 1,000, con lo cual la participación de este sector en el total de hogares pasó de 7 a 14 por cada 100 hogares, pero son muchos todavía los hogares que tienen ingresos de subsistencia.
De otro lado, persisten las brechas entre lo urbano y rural. Mientras en Lima Metropolitana se ha reducido notoriamente el número de hogares pobres y pobres extremos a 302 mil familias en el 2009, en la zona rural llegan a más de 1.243 millones.
También se puede apreciar que la mayor cantidad de familias con ingresos superiores a los S/. 3,000 mensuales se concentra en el sector urbano (98% en el 2009), particularmente en Lima Metropolitana (73%), mientras que solo 2 mil hogares del sector rural tienen ese privilegio.
Estas cifras no hacen sino ratificar que, aun con los avances logrados, la desigualdad social sigue siendo el problema mayor a resolver
Según el MEF, entre el 2003 y el 2009 el ingreso promedio mensual por hogar se incrementó en todos los quintiles de la población, siendo mayor entre el 20% más pobre (quintil 1) con 84% frente al 18% en el quintil más rico. Sin embargo, mientras que con incremento y todo el ingreso del más pobre no llegó a S/. 1,000, sólo el aumento del más rico era similar a este monto y su ingreso total subió a S/. 5,000.
Las cifras indican que en promedio, en el país, el porcentaje de hogares que mejoraron su ingreso se duplicó, o más, en todos los niveles socio-económicos.
Según cifras del Enaho, en promedio los ingresos familiares en el país pasaron de S/. 1,500 a S/.1,900, del 2004 al 2009, y si esas cifras se ajustan a la inflación, se pasó de S/. 2,000 a S/. 2,500.
También hay evidencia que esa mejora se redistribuyo de manera relativamente uniforme. En Lima, con cifras ajustadas, de S/. 3,000 de ingreso promedio en el 2004 se pasó a S/. 3,900 el 2009; y en las zonas rurales el ingreso promedio familiar aumentó de S/. 900 a S/. 1,200. Entonces, tanto en Lima, como en el resto de ciudades y zonas rurales el ingreso creció un 30% en términos reales.
En el tema de desigualdad hay buenas y malas noticias. En el 2004 el ratio de ingresos entre el décil más alto y el más bajo era 24 veces, y en el 2009 fue también 24 veces. Claro, es mala noticia porque la desigualdad no se redujo, pero tampoco la empeoró
El crecimiento de la economía por sí solo distribuye parejo, pero no reduce las desigualdades, y aquí entra a tallar la necesidad de mejorar la educación, empleabilidad y capacitación, porque el mercado por si solo no amplía la desigualdad pero tampoco logra reducirla.
Cada vez se confirma más que el crecimiento económico sostenido del país en la última década ha contribuido a mejorar el ingreso familiar y ha hecho que se incremente la participación relativa de los niveles socioeconómicos (NSE) A, B y C y se reduzca la de los NSE D y E.
Sin embargo, solo dos de cada 100 familias en el Perú gozan de un ingreso familiar superior a los S/. 3,000.
Y si bien el número se ha duplicado, de una que era en el 2004, la concentración es evidente.
Así lo muestran los gráficos adjuntos que elaboró Macroconsult para evaluar la correlación entre los resultados de la primera vuelta electoral presidencial y los indicadores de naturaleza socioeconómica recogidos a nivel de distrito (ver análisis de Elmer Cuba en la página 30).
También se ratifica que el número de hogares con niveles de ingreso de pobres y pobres extremos sigue alto.
A nivel nacional hubo un avance importante (152.5% entre el 2004 y 2009) en el número de familias que perciben un ingreso promedio mensual superior a los S/. 1,000, con lo cual la participación de este sector en el total de hogares pasó de 7 a 14 por cada 100 hogares, pero son muchos todavía los hogares que tienen ingresos de subsistencia.
De otro lado, persisten las brechas entre lo urbano y rural. Mientras en Lima Metropolitana se ha reducido notoriamente el número de hogares pobres y pobres extremos a 302 mil familias en el 2009, en la zona rural llegan a más de 1.243 millones.
También se puede apreciar que la mayor cantidad de familias con ingresos superiores a los S/. 3,000 mensuales se concentra en el sector urbano (98% en el 2009), particularmente en Lima Metropolitana (73%), mientras que solo 2 mil hogares del sector rural tienen ese privilegio.
Estas cifras no hacen sino ratificar que, aun con los avances logrados, la desigualdad social sigue siendo el problema mayor a resolver.
Solo 14 de cada 100 hogares tienen ingresos mayores de S/. 1,000
Si bien en los últimos años hubo una mejora relativa en los niveles de ingreso de las familias peruanas que están en la pobreza, el número de estas es todavía elevado.
Cada vez se confirma más que el crecimiento económico sostenido del país en la última década ha contribuido a mejorar el ingreso familiar y ha hecho que se incremente la participación relativa de los niveles socioeconómicos (NSE) A, B y C y se reduzca la de los NSE D y E.
Sin embargo, solo dos de cada 100 familias en el Perú gozan de un ingreso familiar superior a los S/. 3,000.
Y si bien el número se ha duplicado, de una que era en el 2004, la concentración es evidente.
Así lo muestran los gráficos adjuntos que elaboró Macroconsult para evaluar la correlación entre los resultados de la primera vuelta electoral presidencial y los indicadores de naturaleza socioeconómica recogidos a nivel de distrito (ver análisis de Elmer Cuba en la página 30).
También se ratifica que el número de hogares con niveles de ingreso de pobres y pobres extremos sigue alto.
A nivel nacional hubo un avance importante (152.5% entre el 2004 y 2009) en el número de familias que perciben un ingreso promedio mensual superior a los S/. 1,000, con lo cual la participación de este sector en el total de hogares pasó de 7 a 14 por cada 100 hogares, pero son muchos todavía los hogares que tienen ingresos de subsistencia.
De otro lado, persisten las brechas entre lo urbano y rural. Mientras en Lima Metropolitana se ha reducido notoriamente el número de hogares pobres y pobres extremos a 302 mil familias en el 2009, en la zona rural llegan a más de 1.243 millones.
También se puede apreciar que la mayor cantidad de familias con ingresos superiores a los S/. 3,000 mensuales se concentra en el sector urbano (98% en el 2009), particularmente en Lima Metropolitana (73%), mientras que solo 2 mil hogares del sector rural tienen ese privilegio.
Estas cifras no hacen sino ratificar que, aun con los avances logrados, la desigualdad social sigue siendo el problema mayor a resolver
Según el MEF, entre el 2003 y el 2009 el ingreso promedio mensual por hogar se incrementó en todos los quintiles de la población, siendo mayor entre el 20% más pobre (quintil 1) con 84% frente al 18% en el quintil más rico. Sin embargo, mientras que con incremento y todo el ingreso del más pobre no llegó a S/. 1,000, sólo el aumento del más rico era similar a este monto y su ingreso total subió a S/. 5,000.
Las cifras indican que en promedio, en el país, el porcentaje de hogares que mejoraron su ingreso se duplicó, o más, en todos los niveles socio-económicos.
Según cifras del Enaho, en promedio los ingresos familiares en el país pasaron de S/. 1,500 a S/.1,900, del 2004 al 2009, y si esas cifras se ajustan a la inflación, se pasó de S/. 2,000 a S/. 2,500.
También hay evidencia que esa mejora se redistribuyo de manera relativamente uniforme. En Lima, con cifras ajustadas, de S/. 3,000 de ingreso promedio en el 2004 se pasó a S/. 3,900 el 2009; y en las zonas rurales el ingreso promedio familiar aumentó de S/. 900 a S/. 1,200. Entonces, tanto en Lima, como en el resto de ciudades y zonas rurales el ingreso creció un 30% en términos reales.
En el tema de desigualdad hay buenas y malas noticias. En el 2004 el ratio de ingresos entre el décil más alto y el más bajo era 24 veces, y en el 2009 fue también 24 veces. Claro, es mala noticia porque la desigualdad no se redujo, pero tampoco la empeoró
El crecimiento de la economía por sí solo distribuye parejo, pero no reduce las desigualdades, y aquí entra a tallar la necesidad de mejorar la educación, empleabilidad y capacitación, porque el mercado por si solo no amplía la desigualdad pero tampoco logra reducirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario