PC de EE.UU, Declaración del PC de EE.UU sobre los aconteciminetos en Paraguay [Sp., En.]
Wednesday, 04 July 2012 00:00 Communist Party, USA (CPUSA)
PARTIDO COMUNISTA DE LOS ESTADOS UNIDOS (CPUSA)
2 Julio de 2012
Al Partido Comunista de Paraguay y al pueblo paraguayo:
El viernes 22 de junio, con una mofa de proceso legal, el senado paraguayo destituyó al presidente legal de Paraguay, Fernando Lugo. En este “juicio” no se presentó ninguna evidencia, y al Sr. Lugo no le permitieron ni un mínimo de tiempo suficiente para preparar su defensa; todo se había acabado en una cuestión de 48 horas.
Evidencia proveída por “Wikileaks” comprueba que la confabulación para usar este método para sacar al presidente Lugo empezó prácticamente con la elección de Fernando Lugo en 2008. Detrás de estas intrigas se encuentran intereses vinculados con la dictadura de Stroessner y el latifundismo vinculado con el Partido Colorado, además de elementos derechistas en el Partido Radical Liberal y otros vinculados con Lino Oviedo, además de otros reaccionarios.
El pretexto que se utilizó para destituir al presidente Lugo fue que había firmado un protocolo internacional sin permiso del Congreso, que permitió que se llevara a cabo una reunión socialista en una base militar, y que había alentado a los campesinos pobres que han estado ocupando terrenos de ciertos latifundistas, que produjo el choque en Junio en que se murieron 11 campesinos y 6 policías.
En realidad, la queja que se ha hecho en contra de Lugo parece ser de que había hecho un llamado para que las grandes estancias fueran repartidas entre los agricultores pobres, y que había apoyado el proceso de integración latinoamericana en el cual países como Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, Uruguay y Venezuela han estado desempeñando un papel muy importante.
El Partido Comunista de Paraguay ha circulado una declaración en la cual asevera que al actuar en esta manera, el Congreso de Paraguay ha atropellado el estado de derecho, y que exige que el pueblo paraguayo resista. Muchos gobiernos regionales están actuando en contra del nuevo régimen en Paraguay, que fue reconocido en forma inmediata por España, Alemania, Canadá y el Vaticano.
Vale mencionar que entre las grandes intereses económicos que se encuentran detrás del golpe en Paraguay, figuran inclusive transnacionales mineras y de agricultura basadas en Canadá y en los Estados Unidos.
Estamos exigiendo, por lo tanto, que el gobierno de los Estados Unidos no reconozca al nuevo gobierno en Asunción, y que respalde los esfuerzos del pueblo paraguayo y de los países vecinos a restaurar la democracia.
COMMUNIST PARTY OF THE UNITED STATES OF AMERICA (CPUSA)
To: Communist Party of Paraguay, and the Paraguayan people
On Friday June 22, in a travesty of due process, the Senate of Paraguay deposed the democratically elected president, Fernando Lugo. There was no evidence presented in this “trial”, nor was Lugo allowed anything like sufficient time to prepare his defense. The whole process took no more than 48 hours.
Evidence from Wikileaks shows that the plot to use impeachment to depose Lugo may have been set in motion almost as soon as he took office in 2008. Behind these intrigues were interests connected to the old dictatorship of General Alfredo Stroessner and the powerful landowning interests connected to the Colorado Party, as well as right wing elements in the Radical Liberal Party and circles connected to General Lino Oviedo and other reactionaries.
The pretext used for deposing Lugo were that he had signed an international protocol without congressional approval, that he had permitted a socialist meeting to take place on a military base, and that he had encouraged poor farmers to occupy the lands of wealthy landowners, leading to a violent incident on June 15 in which 17 people, including 6 police officers and 11 poor farmers, were killed.
In actual fact, the complaint about Lugo seems to be that he had called for land reform to break up big estates and redistribute the land to poor peasants, and that he had supported the Latin American integration process in which Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Argentina, Uruguay and Brazil are major players.
The Paraguayan Communist Party has put out a statement in which they point out that in acting the way it did, the Paraguayan ruling class has “trampled on the rule of law” and violated the Paraguayan Constitution, and has called on the Paraguayan people to resist. Many neighboring governments are taking action against the new regime in Paraguay, but it has been quickly recognized by Germany, Spain, Canada and the Vatican.
We note that among the big landed interests behind the intrigue against the democratically elected president of Paraguay there are transnational agribusiness and mining corporations with headquarters in the United States and Canada.
We are urging, therefore, that the United States government refrain from recognizing the new government in Asunción, and that it support rather than oppose efforts by the Paraguayan people and the South American nations to restore democracy in Paraguay.
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