EN BOLIVIA YA HAY UN NUEVO CAMINO
Días antes del último domingo, los medios de comunicación mundiales en poder de las oligarquías, reconocían, con rabia entre dientes y caninos, que Evo,” el cocalero, el indio, el dictador, el autoritario, el chavista o el fidelista”, “podría” ganar el gobierno nuevamente. Es cierto que el imperialismo y todos sus países controlados en el mundo han lanzado una venenosa campaña mediática contra todos los gobiernos libres de América Latina y han tramado y llevado adelante un terrible golpe de estado en Honduras, con represión y terrorismo ideológico, luego lo han “legitimado” con una farsa electoral en el que ha ganado el partido del gobierno de facto y ha desconocido la voluntad popular en una descarada maniobra cívico militar con el amparo de los poderes arbitrarios de ese país. De este modo impidieron un triple triunfo de las fuerzas democráticas de América Latina, en todo caso Uruguay y Bolivia ratifican la voluntad de los americanos independentistas.
El triunfo de los bolivianos democráticos es la voluntad de construir una nueva economía que impulse un poderoso desarrollo agrario, agro industrial, pecuario e industrial en beneficio de todos los bolivianos. Este gigante esfuerzo se realiza bajo una visión cultural ancestral, con una educación liberadora, moderna y democrática, con una vigorosa movilización social y definida política integracionista latinoamericana.
La derecha tradicional, aquella que tiene vocación fascista y que usa la democracia para sustentar un poder oligárquico es la que ha sido derrotada de manera transparente, sin lugar a ningún tipo de duda. Esta derecha hecha a la medida de los intereses imperialistas, no tiene cabida en la construcción de la nueva Bolivia. Un sector de esta derecha, la ultra conservadora es la que buscará el camino terrorista que empate con la mira de los tanques y el arsenal de armas de nueva generación que ahora se almacenan en las siete bases de Colombia. Eso desencadenaría una guerra brutal que envolvería a toda América del Sur y también podría ser la aceleración del deterioro del poderío imperialista.
Otros sectores de la derecha se acomodarán a las nuevas reglas de juego para cumplir un rol modernizador de la economía de la nueva Bolivia. Naturalmente que se producirán encontronazos por las diferencias de objetivos y de intereses, sin embargo las mismas condiciones que las generan podrán resolverlas con un manejo democrático de la situación. Es este el nuevo camino que la derecha buscará ensanchar y articular en función de los nuevos objetivos nacionales, pero siempre atenta a las oportunidades que se le presentarán para retornar al poder.
En lo inmediato Las diferentes fracciones de la derecha recalcitrante buscarán alinearse a los objetivos intervencionistas y guerreristas de los EE. UU. Los planes que las potencias trabajan para construir una coyuntura favorable a sus intenciones intervencionistas han sufrido un importante cambio. La situación ahora plantea una modificación en el escenario latinoamericano: Bolivia asume ahora el liderazgo en América del Sur y desplazará a Venezuela. El escenario tiene como elemento central las transformaciones que en adelante Evo Morales se propone realizar y que concentrará toda la atención política del continente y de Europa.
En esta nueva coyuntura, José Mujica podría replantear algunos elementos de su política para no quedarse a la zaga o detrás de Brasil. Su espíritu de conductor forjado en las largas luchas de los tupamaros, lo alentarán para lograr una posición destacada en este nuevo escenario.
Salvador Mendoza Maquiavelo
07-12-09
Días antes del último domingo, los medios de comunicación mundiales en poder de las oligarquías, reconocían, con rabia entre dientes y caninos, que Evo,” el cocalero, el indio, el dictador, el autoritario, el chavista o el fidelista”, “podría” ganar el gobierno nuevamente. Es cierto que el imperialismo y todos sus países controlados en el mundo han lanzado una venenosa campaña mediática contra todos los gobiernos libres de América Latina y han tramado y llevado adelante un terrible golpe de estado en Honduras, con represión y terrorismo ideológico, luego lo han “legitimado” con una farsa electoral en el que ha ganado el partido del gobierno de facto y ha desconocido la voluntad popular en una descarada maniobra cívico militar con el amparo de los poderes arbitrarios de ese país. De este modo impidieron un triple triunfo de las fuerzas democráticas de América Latina, en todo caso Uruguay y Bolivia ratifican la voluntad de los americanos independentistas.
El triunfo de los bolivianos democráticos es la voluntad de construir una nueva economía que impulse un poderoso desarrollo agrario, agro industrial, pecuario e industrial en beneficio de todos los bolivianos. Este gigante esfuerzo se realiza bajo una visión cultural ancestral, con una educación liberadora, moderna y democrática, con una vigorosa movilización social y definida política integracionista latinoamericana.
La derecha tradicional, aquella que tiene vocación fascista y que usa la democracia para sustentar un poder oligárquico es la que ha sido derrotada de manera transparente, sin lugar a ningún tipo de duda. Esta derecha hecha a la medida de los intereses imperialistas, no tiene cabida en la construcción de la nueva Bolivia. Un sector de esta derecha, la ultra conservadora es la que buscará el camino terrorista que empate con la mira de los tanques y el arsenal de armas de nueva generación que ahora se almacenan en las siete bases de Colombia. Eso desencadenaría una guerra brutal que envolvería a toda América del Sur y también podría ser la aceleración del deterioro del poderío imperialista.
Otros sectores de la derecha se acomodarán a las nuevas reglas de juego para cumplir un rol modernizador de la economía de la nueva Bolivia. Naturalmente que se producirán encontronazos por las diferencias de objetivos y de intereses, sin embargo las mismas condiciones que las generan podrán resolverlas con un manejo democrático de la situación. Es este el nuevo camino que la derecha buscará ensanchar y articular en función de los nuevos objetivos nacionales, pero siempre atenta a las oportunidades que se le presentarán para retornar al poder.
En lo inmediato Las diferentes fracciones de la derecha recalcitrante buscarán alinearse a los objetivos intervencionistas y guerreristas de los EE. UU. Los planes que las potencias trabajan para construir una coyuntura favorable a sus intenciones intervencionistas han sufrido un importante cambio. La situación ahora plantea una modificación en el escenario latinoamericano: Bolivia asume ahora el liderazgo en América del Sur y desplazará a Venezuela. El escenario tiene como elemento central las transformaciones que en adelante Evo Morales se propone realizar y que concentrará toda la atención política del continente y de Europa.
En esta nueva coyuntura, José Mujica podría replantear algunos elementos de su política para no quedarse a la zaga o detrás de Brasil. Su espíritu de conductor forjado en las largas luchas de los tupamaros, lo alentarán para lograr una posición destacada en este nuevo escenario.
Salvador Mendoza Maquiavelo
07-12-09
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