EL PENSIONISTA PERUANO: BALANCE 2009

Ubaldo Tejada Guerrero, "EL PENSIONISTA" cierra el 2,009 en el Perú, haciendo realidad que "todo acto o voz genial, viene del pueblo y va hacia él", por ello nada mejor que un EDITORIAL hecho por los propios pensionistas.

¡GRACIAS HERMANOS PENSIONISTAS!
¡QUE DIOS LOS BENDIGA!

¡SEGUIREMOS SI DIOS QUIERE EL 2010!

EDITORIAL

TIEMPOS DE NAVIDAD
(RADIO LIBERTAD, AREQUIPA, LUN 21 DIC 2009)

Por: Juan Luís Cervantes Ticona.
Presidente de la REDAAM (Red de Adultos de Arequipa)

A pesar de que estamos en días de Navidad, siempre será bueno recordar algunos documentos que deberían regir nuestras vidas en pos de un mejoramiento social. Los Objetivos del Milenio son los grandes parámetros que no debemos olvidarlos, cuyo primer objetivo es “erradicar la pobreza y el hambre”.
El segundo objetivo que se planteó fue “lograr la enseñanza primaria universal” y en seguida “promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer” “Reducir la mortalidad infantil” es el cuarto objetivo y en quinto objetivo se plantea: “Mejorar la salud materna”; sexto objetivo “combatir el VIH/Sida, el paludismo y otras enfermedades”. Viene después el séptimo objetivo que es “Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente” y finalmente como 8º Objetivo: “Fomentar una asociación mundial para el desarrollo”.
Con respecto al primer objetivo, “Erradicar la pobreza y el hambre”, nos parece que el Perú no ha avanzado mucho o mejor, no ha avanzado casi nada. Tenemos en el Perú un sueldo mínimo, oficial, el menor de América Latina: 550 soles; pero que gracias a la flexibilidad laboral y legal que permite el gobierno, en la mayoría de los casos, los sueldos fluctúan solamente entre 200 a 300 soles, sin derecho a ningún beneficio social ni laboral. Hay 37%.de pobreza y pobreza extrema 13%. El 27% de los menores de 5 años sufren desnutrición crónica. 57% de nuestros niños menores de 3 años sufren de anemia. ¿Hemos erradicado la pobreza y el hambre? Se está luchando para reducir aquel 30% de desocupación? Si tenemos el 25% de la PEA con ingresos debajo de la línea de pobreza ¿Podemos alegrarnos con el hambre que se presenta por este hecho, sobre todo en el universo de los adultos mayores? ¿Podemos alegrarnos con los 50 mil nuevos casos de TBC por año, cuando tenemos la tasa más alta del mundo de casos de TBC multidrogos resistentes?
En Arequipa, por lo menos 17 mil 550 adultos mayores están en extrema pobreza de los 135 mil adultos mayores que habemos en esta tierra ¿y así podemos hablar de que no hay pobreza y necesidad de cambios en el Perú? ¿Cómo se puede hablar de bonanza? Miles de adultos mayores sobreviven con las justas y tal vez sólo por la gracia de Dios que los sustenta.
En estos tiempos de la Navidad, creo que todos deberíamos reflexionar sobre nuestra situación peruana y relacionarla con los objetivos del milenio de si estamos o no en ese camino o estamos totalmente desubicados en el rumbo. La Navidad, es decir, este simbólico día del nacimiento de Jesús Cristo, debería permitirnos tomar de ejemplo su vida para conseguir hacer compatible su prédica de paz y bien en base a la justicia distributiva de los bienes que generamos todos los seres humanos peruanos en base a nuestros elevados impuestos, no como una dádiva de quienes gobiernan, sino como un derecho al que debemos acceder todos los hombres y mujeres por el solo hecho de ser merecedores de dignidad.
Que esta Navidad en Cristo sea la demostración de solidaridad y amor hacia nuestros niños en primer término, estableciendo programas de apoyo alimentario permanentes para aquellos que sufren anemia y en los que se ceba la desnutrición, sino que esta Navidad dure los 365 días del año, y todos los años siguientes cuando las madres gestantes –conforme al 5º Objetivo del Milenio- también reciban el beneficio de la certeza de gestar hombres del futuro sanos y perfectos, capaces de enfrentar los retos de un mundo cada vez más problemático por culpa de quienes se ríen -por ejemplo- de las agresiones a la Madre Tierra o se burlan del pago de impuestos justos como las empresas mineras, quienes no están “garantizando la sostenibilidad del medio ambiente”, al contrario, la están destruyendo.
Que el día de la Navidad sea el inicio, ojalá -esos son nuestros votos- de que se inicie un cambio de actitud en nuestros servidores y mandatarios que deje un resquicio para forjar paz y bien, es decir, tranquilidad material y bienestar espiritual, gracias a los recursos económicos que tenemos de sobra en el Perú, para seguir glorificando a Dios en las alturas y concretando la paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.