Por: Luis Oliva Antezana
Es claro el “mensaje” que la derecha da en su conjunto (partidos políticos, “líderes de opinión”, medios de comunicación) a los sectores que puedan, según ellos, representar a una “izquierda democrática, renovada y moderna”: nada con la “izquierda radical” o “izquierda marxista”, ellos no suman, sí restan; ellos son “una mochila pesada –roja-”, etc. Son algunos de sus “argumentos de peso” según ellos; y con ello buscan menoscabar el proceso unitario iniciado en el 2010 con la llamada Confluencia por Lima; y en algunos casos sectores o militantes aislados de algunas organizaciones de la propia izquierda hacen suya la tarea de socavar los procesos de unidad en Lima, así como el proceso nacional en el Frente Amplio.
La campaña en contra de la izquierda, reiniciada –hace unas semanas- por Exitosa Diario, con un supuesto homenaje a Stalin que nunca sucedió de parte de una de las organizaciones de la CxL (Patria Roja) y mencionada como argumento central por el director en su columna del 23 de marzo (http://exitosadiario.pe/
Pero recordemos qué dificultades generaron el mensaje de estos sectores...
En el 2010, previos al proceso electoral nacional, era el mismo; primero con el nacionalismo, que tuvo que abdicar de acuerdos que tenían para ir en bloque con la izquierda. Las fuerzas democráticas y nacionalistas bajo el lema: “un solo frente, un solo programa y un solo candidato”, era su temor. Y, luego le tocó a la unidad alcanzada con Fuerza Social. Ya que descartada la unidad con el PNP, Patria Roja inició las conversaciones con las fuerzas que venían de ganar la alcaldía de Lima y que no veían con buenos ojos la candidatura de Ollanta Humala, entre ellos TyL y FS.
Antes de finalizado el plazo de presentación de acuerdos y alianzas políticas ante el JNE; las conversaciones empezaron a tomar cuerpo y lograron la firma de una alianza entre: Movimiento Nueva Izquierda (MNI), Tierra y Libertad, Lima para Todos, Democracia Cristiana y Fuerza Social; para que luego la misma Susana Villarán abortara esa alternativa con una carta enviada desde España en la que señalaba, entre otras cosas, lo siguiente: “hay en esta decisión (refiriéndose a la alianza política entre los arriba firmantes) un error de criterio político que me parece sumamente grave, que puede echar por tierra todo lo ganado por FS en los últimos años. Me acompañan en esta apreciación innumerables militantes y simpatizantes de FS que en estos días me han escrito con mucha angustia respecto del futuro de FS, así como muchos líderes de opinión que veían en FS una promesa de la política peruana, una verdadera oportunidad de construir una izquierda moderna, y que, tras la alianza lograda, la consideran más de lo mismo, ni nuevo ni diferente.”(http://elcomercio.
En el mencionado mensaje Susana Villarán deja en claro que la presión mediática y de los “líderes de opinión” pesaron más en su “cálculo político” y no una real valoración de sus propias fuerzas y del proyecto que se venía cuajando y que, los mismos, socavaron, al fin de cuentas, la unidad lograda hasta entonces.
Pero sigamos recordando lo sucedido en el proceso electoral nacional; el resultado fue calamitoso para Fuerza Social, que no solo perdió su inscripción electoral, sino que tuvo que retirar la candidatura de Manuel Rodríguez Cuadros, ya que la misma no “despegaba”. Y luego, meses después, en el último aniversario del Movimiento Nueva Izquierda – uno de los forjadores del Movimiento de Afirmación Social-; la misma Susana Villarán y en otra ocasión el Coordinador Nacional, Gustavo Guerra García, tuvieron que reconocer el error haciendo un necesario mea culpa para la continuación del trabajo unitario en la Municipalidad Metropolitana de Lima; y que desde luego contó y cuenta con el apoyo activo, de la izquierda socialista, a la actual gestión. Por otro lado… Humala, luego de realizar su conteo en base al escenario dejado por las elecciones regionales y municipales y de no lograr un “acuerdo político” con toda la izquierda; intentó que varios militante de Patria Roja candidatearan por el PNP al Congreso de la República para asegurar su pase a la segunda vuelta; propuesta rechazada por Patria Roja en consecuencia a su prédica central de “unidad formal” bajo una alianza o acuerdo político firmado bajo objetivos programáticos claros y no furgón de cola de nadie. Para la segunda vuelta participaría activamente en cerrarle el paso a lo más nauseabundo de la política peruana: el fujimorismo.
No olvidemos que en el último quinquenio la derecha no ha cejado en su intento de aislamiento y división de las izquierdas, siendo la prensa defensora del modelo neoliberal su puntal de ataque, concentrándose en las previas a los procesos electorales; intentando minar su posicionamiento con calumnias y mentiras; felizmente su mensaje no ha calado en la ciudadanía y la izquierda ha logrado avanzar en regiones, provincias y distritos a nivel nacional: en Cajamarca gobierna el MAS, en Amazonas se consolida con el UDA, en Moquegua es segunda fuerza con el FIRME, en Puno hoy lidera el PDR en encuestas, en Loreto la unidad se abre paso, Ica, Junín tienen presencia activa de la izquierda, que le dan posibilidades de victoria electoral; varias provincias y distritos ganó la izquierda donde se espera se repita el plato a nivel nacional (no todos son del FA pero no hay duda que existen coincidencias en el rechazo al modelo neoliberal).
Es claro que la alcaldía de Lima se ganó por factores externos a la Confluencia por Lima; pero así no hubieran ganado, el proceso enrumbado de unidad era y es de importancia para los limeños que reclaman cambios estructurales… como son: el acceso a la cultura, la reforma del transporte, el ordenamiento del comercio mayorista, etc.; y que la derecha -en todas sus variantes- no propone, no le interesa y nunca realizará. Nunca fueron clase dirigente, solo clase dominante, sus intereses de clase se lo impide. Por eso los llamados desesperados a la división de la izquierda, sus campañas en contra de la gestión en Lima, en Cajamarca, Espinar, etc. mostrándolas como ineficientes, con gobiernos ajenos a la población; por parte de sus voceros y líderes de opinión.
El mensaje de exclusión no debe calar en los distintos integrantes de la Confluencia por Lima ya que la unidad es la clave del éxito de ayer, hoy y mañana; creemos que la izquierda debe reafirmarse en ello y dejando constancia que es tarea de primer orden: “forjarse no sólo como oposi¬ción radical, sino sobre todo como alternativa de gobierno con capaci¬dad de hacerlo con éxito en beneficio del pueblo, con eficiencia, honestidad, capaci¬dad, planificada y ordenadamente, de modo que los logros reviertan en beneficio del pueblo y éste sienta que las izquierdas pueden hacerlo bien y merece su confianza y respaldo.” (Prepararse Para Gobernar, VIII Congreso Nacional - PC del P – PR).
02/03/2014
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